El fabricante japonés de vehículos Toyota Motor suspendió este martes las operaciones en sus catorce plantas en el país asiático, por un fallo en el sistema informático y sin previsión de cuándo podrá retomarlas.
«Se trata de un fallo del sistema que impide los pedidos de las piezas. No sabemos cuándo se podrá recuperar, pero estamos intentando retomar las operaciones», dijo un portavoz de la compañía a EFE, quien apuntó que, en principio, no se trata de un ciberataque.
La firma con sede en Aichi (centro de Japón) anunció hoy inicialmente la suspensión de sus operaciones de 12 de sus plantas, a las que se sumaron 2 instalaciones más. De este modo quedaron paralizadas la totalidad de sus 28 líneas de producción repartidas en 14 fábricas domésticas. El grupo automotriz continúa investigando las causas del incidente y por el momento desconoce cuándo podrá reanudar los trabajos en sus plantas.
Las acciones de Toyota Motor, que abrieron en positivo este martes en la Bolsa de Tokio, llegaron a la pausa de media sesión con un descenso del 0,38% tras conocerse la noticia.
La suspensión de hoy se produce después de que el pasado marzo la empresa tuviera que detener la producción en todas sus fábricas domésticas a raíz de un ciberataque en uno de sus proveedores que afectó a su plataforma de pedidos. Aquel incidente llevó también a Toyota a suspender todas las operaciones en sus 14 plantas de producción, incluyendo las de sus marcas Hino y Daihatsu, lo que supuso una caída de la producción prevista de 13.000 unidades, en torno a un 5 % de su volumen mensual.
Las autoridades japonesas analizaron el caso para determinar su origen, que se produjo poco después de que varios países alertaran de la posibilidad de que Rusia efectuara ataques de este tipo sobre objetivos de países que han apoyado las sanciones en su contra por la invasión de Ucrania.