Un viaje a la Edad Media gracias a las prendas regionales de toda la vida. Ansó volvió a vestirse con sus trajes de gala, los tradicionales, en una jornada que congregó a cerca de mil personas para celebrar el día más grande del municipio oscense. Como cada último domingo de agosto desde hace más de 50 años, el Día del Traje Ansotano devolvió a la localidad a la Edad Media y llenó de color y tradición todo el pueblo.

La variedad de los trajes, que recuperan diferentes oficios y momentos de la vida cotidiana, pusieron la nota de color. | EL PERIÓDICO


El millar de vecinos y turistas que se congregaron en la localidad altoaragonesa pudieron disfrutar de las variedades de unos trajes que pusieron la nota de color a la jornada.

Cada uno de los modelos presentados, por jóvenes y mayores, se adapta a los oficios y a los momentos de la vida cotidiana en los que eran utilizados por los antepasados, porque ya por entonces se elegían los momentos y las actividades para los que era adecuada cada prenda de vestir. Los trajes destacan, sobre todo, por sus coloridas telas y su robustez, así como por la enorme cantidad de detalles decorativos que tienen cada una de las piezas que componen los trajes.

Unos oficios que tomaron las calles y acercaron las tradiciones a los visitantes. Desde cocina a pie de baldosa a sastres o costureras, los más curiosos pudieron apreciar de primera mano cómo se hacían antes actividades tan cotidianas como cocinar o confeccionar la ropa.

Una oportunidad para apreciar y vivir, con plena implicación, una fiesta que es desde 2003 de Interés Turístico de Aragón y que desde 2011 tiene la misma categoría pero a nivel nacional.

La puesta de largo sobre el escenario, por el que desfilaron muchos de los participantes en la jornada, y el posterior pasacalles por Ansó fueron los puntos álgidos de una tradición que sigue cogiendo adeptos y atrayendo cada año a cientos de curiosos con ganas de conocer los orígenes de la localidad.

La solera que ya tiene esta celebración hace que todo salga como es previsto, ya que desde 1971 se celebra este particular homenaje a la cultura, las labores y los orígenes del Altoaragón. En ese medio siglo de vida que tiene esta celebración, Ansó ha conseguido hacer de su tradición y de sus orígenes un interesante impulso turístico y económico a la zona, como demuestran las miles de personas que se acercan cada año a conocer este patrimonio cultural que ya se ha convertido en toda una referencia cultural en Aragón.

Para aquellos que quieran conocer más del traje ansotano a lo largo del año, la localidad cuenta con un museo dedicado a esta vestimenta de origen medieval. Está localizado en la ermita de Santa Bárbara y se puede visitar durante todo el año. En la actualidad, en el mencionado museo se conservan 14 variedades de traje ansotano, en función del momento y la actividad para la que eran utilizados.