La cuerda ha terminado de tensarse para Luis Rubiales, y se ha roto. Tras cuatro días en el punto de mira por las actitudes machistas que protagonizó durante la celebración del título mundial de la Selección de fútbol femenino, el presidente de la RFEF dimitirá este viernes, 25 de agosto, después de que todos los clubes de Primera División anunciaran su ausencia en la Asamblea Extraordinaria prevista para la mañana del viernes. Al no haber quórum, la Asamblea previsiblemente no se celebrará, por lo que Rubiales presentará su dimisión.
Una decisión motivada por el vendaval social, político y mediático que se ha derivado de esta situación. El protagonismo de una hazaña histórica para el deporte español y en particular para el fútbol femenino, como es ganar el primer título mundial de nuestro país, fue eclipsada por la actitud machista del máximo responsable del fútbol español y sus sucesivas actuaciones. Después de una ronda nocturna por las radios deportivas del país, en la que regaló una colección de improperios a quienes censuraron su comportamiento y el mencionado vídeo de disculpas vacías, el ente convocó la Asamblea General Extraordinaria para el próximo viernes con carácter de urgencia, abriendo, además, “diligencias internas” vinculadas a “asuntos de Integridad”. Sin embargo, no llegará a celebrarse por la decisión de las entidades deportivas.
En un lapso de 30 minutos, Rubiales se agarró la entrepierna en el palco a pocos metros de las infantas, besó en la boca a Jennifer Hermoso sin consentimiento, cargó a hombros a Athenea del Castillo, besó en la cara a Olga Carmona y abrazó con fuerza a la reina Letizia, violentando el espacio personal de diferentes mujeres y saltándose todos los protocolos que se esperan del presidente de un órgano como la RFEF.
A su vez, tanto el seleccionador nacional, Jorge Vilda, como el propio Luis Rubiales, presionaron a Jennifer Hermoso para que le defendiera y le quitase importancia al asunto, llegando, incluso, a publicar unas declaraciones falseadas de la jugadora, que en realidad habían sido escritas desde el departamento de comunicación de la Federación. «Es un gesto de efusividad sin importancia en un momento de celebración», publicó la RFEF, en unas palabras que hicieron pasar como pronunciadas por la jugadora. Sin embargo, Jennifer Hermoso se pronunció este miércoles a través de FUTPRO, el sindicato que la representa, y pidió «acciones ejemplares» contra Rubiales. Sin embargo, la máxima autoridad del fútbol español no ha transmitido, en ningún momento de la semana, que se esté planteando abandonar su puesto. Todo lo que ha podido escucharse de su parte han sido unas burdas disculpas por el beso, en las que, además de restar importancia a sus acciones, demostró no entender el daño que causaban comportamientos como el suyo, y en las que metió a la jugadora en la ecuación al asegurar que «no hubo maldad en ninguna de las dos partes». Al calor de este contexto, los clubes han renunciado a asistir a la Asamblea a la que estaban convocados para evitar el quórum y forzar, así, la salida del dirigente gaditano.
El extenso historial de polémicas de Rubiales
Aunque el comportamiento de Rubiales durante la celebración del título mundial ha sido la gota que ha colmado el vaso, no ha sido la única polémica que ha protagonizado desde que asumió el cargo en 2018. El también exfutbolista del Levante arrancó su dirigencia destituyendo a Julen Lopetegui, seleccionador de fútbol nacional, a tan solo dos días de que arrancase el Mundial de Rusia de 2018. El combinado nacional llevaba más de dos años invicto con Lopetegui al frente, y Rubiales tomó una precipitada decisión que hizo cierta mella en el vestuario.
A su vez, las artimañas del natural de Motril también han ido más allá de lo estrictamente deportivo. A mediados del año pasado, se conoció que pactó con el Grupo Kosmos, la empresa de Gerard Piqué, el traslado de la Supercopa de España a tierras saudíes, con repartos de beneficios injustos y comisiones millonarias de por medio. Destacar, a su vez, tres cosas sobre este escándalo: en primer lugar, que Piqué todavía estaba en activo como futbolista cuando se llevó a cabo este movimiento y participaba en la competición adulterada, y en segundo lugar, que Rubiales declaró que «llevar el fútbol español a Arabia Saudí era una gran noticia para las mujeres». Palabras que le dejaron en senda evidencia después de que se les prohibiera la entrada al estadio y solo fueran hombres los asistentes a la competición. Y, en tercer lugar, que Kosmos, la RFEF, Rubiales y Piqué fueron denunciados a la Fiscalía Anticorrupción por este caso.
En respuesta a la publicación de estas informaciones, Rubiales, lejos de reconocer los hechos, se victimizó y pronunció unas rocambolescas declaraciones: «Yo no puedo prometer que mañana no vayan a meterme un saco de cocaína en el maletero del coche«, dejando caer que se estaba sintiendo «perseguido» por los medios de comunicación.
A principios de este año, Rubiales también protagonizó otro desplante al fútbol femenino. En la final de la Supercopa de España, que enfrentaba al Fútbol Club Barcelona con la Real Sociedad y en la que las culés se hicieron con la victoria, las jugadoras blaugranas no cabían en su asombro al descubrir que tenían que ser ellas mismas quien cogieran las medallas de la caja y se las colgaran al cuello, sin que el presidente de la Federación se encargara de hacerlo, como suele ser protocolario en esta clase de eventos y tal como ocurrió unos días antes en la competición homóloga masculina. La Federación aludió a la «infraestructura del recinto» para justificar esta actuación. En relación con este hecho, cabe recordar que hasta quince jugadoras de la Selección española de fútbol se amotinaron contra el seleccionador femenino, Jorge Vilda, y se negaron a formar parte del plantel nacional si no era destituido. Rubiales lo mantuvo en el cargo a pesar de las reiteradas peticiones de cese. Así las cosas, se teorizó que Rubiales se ausentó de esta entrega de medallas, precisamente, para no coincidir en una fotografía con algunas de las jugadoras que se rebelaron contra el técnico español.
«¿De qué color traes la ropa interior? Has venido a ponerte las rodilleras»
También han salido a la luz escándalos del presidente de la RFEF antes de acceder a este cargo. En concreto, cuando presidió la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) entre 2010 y 2018, fue denunciado por Tamara Ramos, directora del mismo organismo. La exdirectora expuso este hecho en ‘El programa del verano’, y Relevo publicó algunos detalles de dicha batalla legal, dando a conocer que Rubiales «había humillado, dado golpes encima de la mesa y hecho comentarios extremadamente vejatorios» hacia Ramos.
“Ha sido una barbaridad durante mucho tiempo”, denunciaba Ramos. “No me sorprende en absoluto porque le conozco desde hace muchísimos años y le he sufrido, lo que me ha extrañado es que lo haga en público”, dice. Ramos también denunció la actitud del presidente de la RFEF hacia sus responsabilidades profesionales, ya que menospreciaba su trabajo: “Me decía, delante de otros futbolistas, ‘venga, a ver, que tú has venido aquí a ponerte las rodilleras. Llegó a decirme: ‘¿De qué color traes hoy la ropa interior?’”, relata la ahora directora general de Futbolistas ON.
Rubiales también pronunció otras frases en la etapa en la que coincidió con Ramos, también denunciadas por la afectada. Se trata de comentarios como «cállate la puta boca», «no le hagáis caso a esta preñada. Las neuronas se le han ido» o «aquí se hace lo que me sale a mí de la punta de la polla».