Con permiso de la sensacional victoria de Sha’carri Richardson que le sirvió también para rehabilitarse después de su positivo de cannabis que la dejó sin Juegos en Tokio, el otro gran protagonista de la jornada del lunes en los Mundiales de Budapest ha sido sin duda su compatriota Grant Holloway.

Con el castellonense Quique Llopis a la espera de una baja que le habría permitido clasificarse para la final al ser el noveno, el gran dominador de las vallas altas realizó una de sus habituales exhibiciones para controlar la prueba a su antojo.

El de Virginia se presentaba como campeón de las dos últimas ediciones y ya tiene tres, igualando a su compatriota Greg Foster y acercándose a las cuatro del mítico estadounidense Allen Jackson, aquel atleta que rozaba todas las vallas y corría por debajo de 13 segundos.

Volviendo a la final, Holloway se situó en cabeza en la segunda valla y no se dejó ir en ningún momento. Con 12.96, se quedó a una sola centésima del récord de los Campeonatos del chino Liu Xiang y aventajó en más de una décima al campeón olímpico jamaicano Hansle Parchment (13.07) y al también norteamericano Daniel Roberts (13.08).

También resultó muy emocionante la resolución del lanzamiento de disco en un enfrentamiento directo entre el esloveno Kristjan Ceh y el laureado sueco Daniel Stähl, quienes demostraron ser los mejores en una dinámica que se ha repetido durante todo el verano después de que la pasada temporada el balcánico estuviese por delante.

Stähl estalló tras lograr la victoria en el último lanzamiento EFE


Campeón mundial el año pasado en Eugene, Ceh era segundo hasta que en su último lanzamiento envió el artefacto de dos kilos de peso por encima de los 70 metros (70,02), lo que hizo estallar a la nutrida afición eslovena que asistió al National Athletics Centre. Sin embargo, al actual campeón olímpico escandinavo le encanta la presión y lanzó 71,46 para lograr su segundo título universal. El joven lituano Mykolas Alekna (hijo del mítivo bicampeón Virgilijus) logró el bronce a sus 20 años con 68,85.

La otra final del lunes fue la masculina de triple salto y la mejor lectura en clave nacional es que el hispanocubano Jordan Díaz tendrá serias opciones de subir al podio y por qué no a lo más alto si todo sigue los cauces esperados y recibe la autorización para debutar con su nuevo país en los Juegos de París.

Zango se impuso en triple con unos discretos 17,64 EFE


El burkinés Hughes Fabrice Zango se impuso en una final muy discreta con un mejor salto de 17,64 metros y estuvo acompañado en el podio por los cubanos Lázaro Martínez (17,41) y Cristian Nápoles (17,40). Fue la victoria más pobre desde los 17,57 del estadounidense Walter Davis en Helsinki’05 y la cuarta en el global de los Mundiales. Además, el octavo fue el italiano Emmanuel Ihemehe con 16,91 y el estadounidense Chris Bernard fue noveno con 16,62.