El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) a indemnizar con casi un millón de euros a la víctima de una brutal agresión en el Metro, que terminó en silla de ruedas e incapacidad permanente.
La Sala de lo Penal ha dictado una sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, que rechaza los recursos de los tres agresores, condenados a siete años y medio de cárcel, y ratifica la condena de TMB, titular del Metro de Barcelona, y su aseguradora como responsable civil subsidiaria.
Los hechos se remontan a la madrugada del 26 de junio de 2016 en la estación de Bogatell, cuando tres hombres, acompañados de otras seis personas, dieron una brutal paliza a un viajero de 45 años, que perdió la visión parcial en un ojo y sufrió una tetraparesia leve, que le obliga a usar caminador en casa y silla de ruedas autopropulsada fuera del domicilio.
La paliza se produjo en el interior de un vagón después de que la víctima, a la que el grupo estaba molestando gratuitamente, se quejara. Acto seguido, los tres condenados rodearon a la víctima y le propinaron patadas y puñetazos por diversas partes del cuerpo hasta que cayó arrodillado al suelo, donde continuaron agrediéndole.
Cuando el convoy se acercaba a la estación de Besòs, los procesados dejaron de golpearle, momento que el hombre aprovechó para apearse y, apoyándose en las paredes de la estación, llegó al vestíbulo, donde cayó tendido y fue finalmente atendido por los Mossos d’Esquadra y los servicios médicos.
La agresión le dejó minusválido e incapacitado para realizar cualquier trabajo o actividad profesional, así como la totalidad de las tareas del hogar, por lo que tiene reconocida la incapacidad permanente absoluta.
La Audiencia de Barcelona condenó a los tres acusados por un delito de lesiones con la atenuante de embriaguez y la agravante de abuso de superioridad y, además de la pena de siete años y medio de prisión, les impuso una indemnización conjunta a la víctima de 908.000 euros por las graves secuelas, de cuyo pago absolvió a TMB y su aseguradora.
Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña estimó los recursos de la Fiscalía y la acusación particular y condenó TMB como responsable civil subsidiaria, porque incumplió su deber de garantizar la seguridad de los viajeros al no proporcionar suficientes vigilantes de seguridad, cuya presencia, dijeron los magistrados, habría impedido la agresión grupal.
Y ahora el Supremo confirma íntegramente las condenas a los tres agresores así como a la empresa que gestiona el Metro de Barcelona, que no recurrió la sentencia del tribunal autonómico y deberá hacerse cargo del pago después de que los agresores no puedan hacerlo.