Francisco Rodríguez hace solo un mes y nada más dar comienzo a la pretemporada del Rayo aseguraba que esperaba que Bebé sumara goles en el conjunto rayista, pero ahora, con la temporada ya empezada y tras no dar minutos al jugador caboverdiano ante el Almería, su postura no es tan férrea sobre la posible salida del extremo, uno de los anhelos de Juan Carlos Cordero junto a Manu Vallejo para redondear la plantilla en la recta final del mercado que acaba el 1 de septiembre a las 23.59 horas.

La realidad es que el Rayo y Francisco cuentan con Bebé, con contrato hasta 2025, pero este quiere un rol protagonista y de continuidad que va a ser complicado que tenga (Álvaro García es fijo en la izquierda, con la alternativa puntual de Chavarría y en la derecha están Isi y el recién fichado De Frutos) por lo que observa con buenos ojos su salida y repetir cesión en la Romareda, una operación, en todo caso, de tremenda complejidad en lo económico. Cordero, desde que acabó la temporada, ha dicho en público siempre que iba a esperar por Bebé, aunque sabía desde el primer momento que repetir esa cesión era muy complicado y que solo se iba a dar la opción en el tramo final de esta ventana veraniega.

“Nosotros tenemos jugadores apetecibles para todos clubs, incluso de Primera. Bebé, como algún otro compañero, está teniendo situaciones y todo el mundo sabemos de la capacidad que tiene. Entre el club y el jugador vamos a ir decidiendo. Yo cuento con todos ellos, dije desde el primer día que el jugador que estuviera iba a contar al máximo con él, empezando por los que viajan para jugar en Granada. Luego pueden suceder cosas como están sucediendo”, dijo el entrenador rayista en la previa del duelo del lunes en Granada.

Salvi, al Espanyol

Lo hizo sin aludir al traspaso ya oficial de Salvi al Espanyol, por el que el club catalán habría pagado medio millón de euros. El extremo diestro de Sanlúcar era también una opción valorada al principio de mercado por Cordero, aunque siempre fue inviable y la llegada de De Frutos a Vallecas fue el detonante para su adiós.

Y es que el Rayo, que también tiene en la puerta de salida a Pozo y a Andrés Martín, otro jugador en su día tanteado por el Zaragoza y por el que pide traspaso, no va a regalar a sus futbolistas. Tampoco a Bebé, cuyo estatus es distinto al de esos compañeros en esa rampa, tanto por su estrecha relación con el presidente rayista, Martín Presa, como por compartir agencia de representación con el nuevo entrenador y por el cariño de la afición, además de su vínculo con el club, donde inicia su séptima temporada y es uno de los capitanes. Sin embargo, Bebé ya decidió salir del club madrileño en enero al no tener minutos con Iraola, aunque su situación con Francisco es distinta.

El jugador ronda el millón y medio de euros de salario y para salir con destino al Zaragoza en forma de cesión el club vallecano tendría que abonar una parte importante de su salario, no menos de la mitad, por lo que la operación es de una complejidad terrible, como también se admite en el entorno del futbolista, donde se da como imposible a estas alturas, y se alude a la cascada de sucesos que pasan en la recta final del mercado como posibilidad de que esa puerta tan complicada de abrir ahora acabe por hacerlo, siempre con la ayuda del club vallecano. Con todo, el Zaragoza se va a sentar a negociar con el Rayo, siendo consciente que con la plantilla prácticamente cerrada a falta de uno o a lo sumo dos refuerzos, puede manejar sin presión los tiempos y lo intentará, sabiendo que Bebé ve con buenos ojos regresar a La Romareda, donde tuvo continuidad y cariño. Por ahí están las esperanzas zaragocistas.

Vallejo, la otra vía

El otro jugador que tiene Cordero subrayado en rojo para la recta final del mercado, tal y como viene contando este diario, es Manu Vallejo, menos extremo que Bebé y más delantero, pero que es más polivalente que el caboverdiano y que tiene más gol. También le quedan dos años en el Girona y va a salir porque el club catalán va a fichar a otro jugador de ataque y ya tiene a Dobvyk, recién llegado, o a Stuani. Manu Vallejo, de regreso de su cesión del Oviedo, no va a tener sitio, ya no contó con minutos ante la Real Sociedad y sabe que Cordero le va a esperar hasta el final, en una operación en la que el Girona tendría que asumir parte de su salario, y es más partidario de hacerlo que el Rayo con Bebé, y se cerraría en una cesión con opción de compra en caso de ascenso. 

Elche, Valladolid, Oviedo o Espanyol también lo han tanteado, pero a Manu Vallejo, y así lo reconoce su entorno, le seduce la opción del Zaragoza y volver con Cordero, su padre futbolístico en el Cádiz. En enero ya intentó su cesión, pero el jugador se marchó al Oviedo convencido por Álvaro Cervera, el entrenador con el que explotó en el equipo gaditano.