Llenó el pabellón Príncipe Felipe en su última visita durante las Fiestas del Pilar de 2022 y este sábado se ha quedado muy cerca de volver a hacerlo. Manolo García ha demostrado de nuevo que tiene una legión de fieles seguidores en Zaragoza. Más de 6.000 almas han disfrutado de lo lindo del concierto del músico barcelonés, que ha vuelto a constatar que tiene una máxima marcada a fuego: pensar siempre en su público. Sí, el autor de ‘Pájaros de barro’ ha presentado las canciones de su último disco doble (‘Mi vida en Marte’–’Desatinos desplumados’), pero ha hecho un gran repaso de sus temas más conocidos e incluso ha tocado varios de El Último de la Fila.
A pesar de ello, el concierto (con una vibrante escenografía) no ha sido el mismo que en sus últimas visitas a la ciudad, porque el barcelonés reinventa en cada gira sus canciones introduciendo nuevos ‘riffs’ y pequeños cambios. Sus temas, eso sí, siguen siendo igual de reconocibles haciendo que un público entregado a la causa cantara sin parar a modo de karaoke.
«Solo soy un músico popular que pretende endulzar la vida a los demás», había asegurado el viernes en una entrevista con este diario. Y vaya si lo ha hecho. El de Poblenou ha colmado de felicidad a sus fieles seguidores, algo que es recurrente en todas sus actuaciones.
Con el público sentado
El concierto del Príncipe Felipe aún era con el público sentado (a partir de abril eso cambiará en la gira), pero en cuanto han empezado a sonar las canciones más conocidas se han levantado como un resorte.
Tras la gira de teatros del año pasado, el músico barcelonés ha iniciado este sábado en Zaragoza un tour que le llevará por las principales ciudades del país y a grandes recintos como el Wizink de Madrid o el Palau Sant Jordi. Una gira en la que volverá a demostrar por qué es uno de los músicos más queridos del país (con su último disco doble pulverizó de nuevo todos los récords de venta).
Manolo García ha cosechado el aplauso de la crítica y del público desde sus inicios con Quimi Portet en Los Burros y El Último de la Fila. Una admiración que no ha hecho más que crecer desde que en 1998 comenzó su carrera en solitario alzándose a las alturas del pop español.