Los partidos entre el Valencia y el Sevilla acumulan demasiados errores arbitrales en las últimas décadas. Algunos de bulto como el de Soto Grado y Prieto Iglesias anoche en Mestalla. Falló el colegiado principal y falló el árbitro de VAR. El clamoroso penalti de Isaac Romero a Dimitri Foulquier es la última injusticia de una lista muy larga. Mestalla se enfadó más que nunca y con razón. Fue una acción tan clara cuando el francés armaba la pierna para disparar a puerta que desató la indignación en la grada. El cabreo, como diría el otro, fue ‘morrocotudo’. No se pueden consentir errores así y menos a este Valencia de mínimos al que le cuesta sangre, sudor y lágrimas sacar puntos. ¡A la nevera ya!
Corría el minuto 41. Foulquier controla el balón dentro del área, se orienta y cuando está a punto de disparar con su pierna derecha recibe un empujón clarísimo de Isaac Romero. El delantero del Sevilla, poco acostumbrado a defender, derribó el francés. Penalti de libro. Para sorpresa de todos, el árbitro interpretó que el empujón no fue lo suficientemente fuerte para derribar al francés. Una locura. El VAR tampoco quiso juzgar la intensidad de la acción y no corrigió la decisión de Soto Grado. Los jugadores se llevaron la mano a la cabeza y protestaron al árbitro. Mestalla silbó como nunca y despidió al colegiado al descanso a grito de «¡Burro, burro!». Llueve sobre mojado porque Soto Grado es el mismo árbitro que expulsó al capitán José Luis Gayà en el Valencia-Sevilla de la temporada 21/22. Qué coincidencia.
Da que pensar y más repasando la colección de penaltitos que se han señalado esta temporada por infracciones más leves. Mestalla clamó. El penalti lo vio todo el mundo. Curiosamente el árbitro no a pesar de estar a dos metros de la jugada y ver ‘in situ’ cómo Isaac no tenía ninguna intención de jugar el balón. Fue un penalti de campo. Las imágenes despejaron cualquier duda si es que alguien tenía. De nada sirvió. Baraja vio clara la jugada. «No le deja acabar la acción. Creo que es clara, pero el árbitro no lo ha visto así. Foulquier me dijo que sí, que fue una carga ilegal». «Para mí sí era penalti. Mi percepción es que me empuja desde atrás, no es hombro-hombro, para mí era falta», reconoció el propio Foulquier.
EUROPA, MÁS LEJOS
El Valencia sumó un punto en su lucha por Europa que pudieron ser tres si Soto Grado hubiera señalado el penalti y posteriormente Pepelu lo hubiera transformado. El empate permite superar a Las Palmas (salió goleado del Metropolitano) en la tabla. El problema es que el Betis y la Real Sociedad pueden ampliar la ventaja si ganan esta tarde a Alavés y Mallorca respectivamente. Por suerte para el Pipo, el partido dejó más lecturas positivas que negativas. La gran noticia fue la ‘nueva’ dupla defensiva que formaron Cristhian Mosquera y Mouctar Diakhaby, así como el explosivo estado de forma por el que atraviesa Foulquier. Otra vez el mejor del partido. El francés fue protagonista en la polémica y en el fútbol. Lástima que Soto Grado le privara del premio del penalti. Se lo merecía. Qué injusto.