Alekséi Navalni ha muerto en la prisión de Siberia donde cumplía una pena de 19 años de cárcel, tras sufrir anteriormente un largo calvario judicial y médico. El opositor a Vladímir Putin decidió volver a Rusia en 2021, después de un intento de asesinato por envenenamiento. ¿Qué impacto tendrá la pérdida de una figura tan carismática a un mes de las elecciones presidenciales en el país?
“Creo que su muerte no cambia absolutamente nada del juego político ruso, porque estaba ya apartado de la política real”, subraya a El Periódico de España, de Prensa Ibérica, Juanjo Prego, experto independiente en Rusia. “Desde que lo metieron en la cárcel del Ártico, los tuits y vídeos que publicaba sólo interesaban al círculo de ‘navalnistas’. La oposición no ha podido coordinarse alrededor de otro candidato”.
El único opositor que podía hacer algo de sombra a Vladímir Putin en las elecciones del 15 al 17 de marzo era Boris Nadezhdin. El Tribunal Supremo tumbó definitivamente su candidatura este mismo jueves, tan solo horas antes de que se conociera la muerte de Navalni.
Sin oposición
“La clave ahora es si se producen protestas por su muerte y de qué entidad. Putin había logrado con éxito en los últimos meses silenciar a Navalni y que los mensajes que su equipo intentaba distribuir no llegaran tan fuerte a los ciudadanos rusos”, apunta a El Periódico de España Eleonora Tafuro, investigadora del instituto ISPI de Milán. “Navalni consiguió popularidad con un mensaje de lucha contra la corrupción, no de temas abstractos, y eso resonaba en la población rusa. Pero no creo que ahora la gente esté dispuesta a bajar a la calle y protestar por su muerte”.
Navalni expuso, por ejemplo, la riqueza de origen presuntamente ilegal del ex primer ministro Dmitri Medvédev, incluidos castillos en el extranjero a nombre de testaferros.
No era solo un opositor, sino más bien un movimiento, y una de las cuestiones ahora es si alguien cogerá el testigo. Nunca le permitieron presentarse a las elecciones, precisamente porque Putin había detectado esa fortaleza. Al otro opositor con carisma suficiente, Boris Nemtsov, lo asesinaron junto al Kremlin en 2015. La lista de críticos apartados por la fuerza de la política rusa es larga y cruenta.
“Con Navalni se cierra un ciclo de grandes opositores que empezó con Nemtsov, entre otros. Era el último gran opositor que le quedaba al Kremlin”, subraya Prego.
Circunstancias de la muerte
España, a través del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha “exigido” al Kremlin que se esclarezcan las causas de la muerte de Navalni.
El Servicio Penitenciario Federal del distrito autónomo de Yamalia-Nenetsia ha asegurado que «Navalni se empezó a encontrar mal durante un paseo y, casi de forma inmediata, se desmayó«.
“No sé si le ha matado el Kremlin, no tiene mucho sentido ahora porque hay elecciones en marzo y eso podría desencadenar protestas”, explica Tafuro. “Pero en todo caso su salud estaba muy deteriorada por todo los ataques que ha sufrido estos años”. Asesinato, o asesinato a cámara lenta
“Es probable que el Kremlin haya decidido quitárselo del medio antes de las elecciones, en las que necesitan que no pase nada extraño y que todo esté bajo control”, argumenta por contra Prego. “Aunque fuera desde la cárcel, siempre molestaba”.
Navalni y la guerra de Ucrania
“Ucrania siempre había mostrado su desprecio hacia Navalni”, añade el analista. “Era al fin y al cabo un nacionalista ruso y de joven estuvo muy ligado a movimientos panrusos y cercanos a la extrema derecha. No ha podido quitarse ese sambenito en todos estos años”.
El analista apunta a la “tibia” reacción a la ocupación de Crimea, aunque hace algo más de un año publicó un manifiesto donde pedía el fin de la guerra y la restauración de las fronteras de 1991.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha hablado tras conocerse la muerte de Navalni. Para él, «claramente» ha sido «asesinado» por el presidente de Rusia, Vladímir Putin.