- San Onésimo
- Otros santos
Santos que se celebran hoy, viernes 16 de febrero de 2024:
San Onésimo
Onésimo era esclavo de Filemón, personaje importante de Colosa de Frigia, convertido al cristianismo por San Pablo. Cuando huía de la justicia, después de haber robado a su amo, Onésimo entró en contacto con San Pablo, quien se hallaba entonces prisionero en Roma. El Apóstol lo convirtió y bautizó y lo envió a la casa de Filemón con una carta de recomendación. Según parece, Filemón perdonó y puso en libertad a su esclavo arrepentido y lo mandó reunirse de nuevo con San Pablo. Según cuenta San Jerónimo, Onésimo llegó a ser predicador del Evangelio y luego Obispo de Efeso por orden del Apóstol Pablo. Posteriormente, Onésimo fue hecho prisionero y llevado a Roma, donde murió lapidado.
Hoy la Iglesia universal recuerda a San Onésimo, obispo de Éfeso; un hombre sometido a la esclavitud que se convertiría en fugitivo escapando de su inhumana condición.
Sin habérselo propuesto inicialmente, terminó encontrando la libertad plena y verdadera en Cristo Jesús, liberador de las cadenas del cuerpo y del alma. Onésimo entregó la vida en el martirio por lapidación estando en la ciudad de Roma.
Encuentro con Pablo de Tarso
Según el Martiriologio Romano, Onésimo «fue acogido por San Pablo de Tarso y engendrado como hijo en la fe». La conversión de Onésimo sucedió mientras huía de la justicia, tras haberle robado a Filemón, su amo, cristiano perteneciente a la Iglesia de Colosas (ubicada en la actual Turquía).
Fue así que Onésimo, tras ser apresado, entró en contacto con San Pablo, quien se hallaba por entonces prisionero en Roma a causa de la predicación.
El Apóstol lo convirtió, bautizó y envió a la casa de su antiguo amo con una carta de recomendación, tal y como está escrito en la Epístola a Filemón, en los versículos 10-12: «Te ruego en favor de mi hijo, a quien engendré entre cadenas, Onésimo, que en otro tiempo te fue inútil, pero ahora es muy útil para ti y para mí. Te lo envío de vuelta, y con él va mi propio corazón».
En los versículos 18-19 de la misma carta, Pablo se compromete a pagar las deudas de Onésimo: «Si en algo te ofendió, o algo te debe, ponlo a mi cuenta; yo, Pablo, lo firmo con mi puño y letra, yo pagaré».
La libertad viene de Cristo
De los 25 versículos que conforman la carta de San Pablo a Filemón, 12 están dedicados a Onésimo, «hijo suyo» en el Señor. En la carta del Apóstol a los Colosenses (Col 4,7-9) es nombrado nuevamente; allí se afirma que volvió a casa de Filemón y fue aceptado como un verdadero hermano:
«En cuanto a mí, de todo os informará Tíquico, el hermano querido, fiel ministro y consiervo en el Señor, a quien os envío expresamente para que sepáis de nosotros y consuele vuestros corazones. Y con él a Onésimo, el hermano fiel y querido compatriota vuestro. Ellos os informarán de todo cuanto aquí sucede».
Filemón perdonó y puso en libertad a su esclavo arrepentido y lo mandó reunirse de nuevo con San Pablo.
San Jerónimo cuenta que Onésimo se hizo predicador del Evangelio y llegó a ser obispo de Éfeso, por orden de Pablo. Posteriormente, Onésimo fue hecho prisionero y llevado a Roma, donde murió lapidado.
Otros santos
La lista de santos que se celebran el 16 de febrero es extensa e incluye figuras de diferentes épocas y lugares. Algunos ejemplos adicionales son:
- Aniano de Alejandría: Obispo y mártir del siglo III.
- Auxencio de Bitinia: Obispo y confesor del siglo IV.
- Benigno de Todi: Mártir del siglo III.
- Cipriano de Cartago: Obispo y mártir del siglo III.
- Claudio de Roma: Obispo y mártir del siglo III.
- Conrado de Parzham: Fraile franciscano y santo del siglo XIX.