Por un solo voto y en el segundo intento, los republicanos de Estados Unidos han conseguido abrir en el Congreso un juicio político contra Alejandro Mayorkas, el secretario de Seguridad Nacional de la Administración de Joe Biden, encargado de inmigración. Esa cuestión es central en la vida social y política de Estados Unidos pero se ha politizado aún más intensamente en el año de elecciones presidenciales y los republicanos, con Donald Trump como su casi seguro candidato, pretenden convertirla en arma de ataque contra Biden y los demócratas.
El ‘impeachment’ a Mayorkas llega unos días después de que los propios republicanos hundieran bajo la presión de Trump legislación bipartidista que pretendía dar fondos para incrementar la seguridad en la frontera, donde bajo el mandato de Biden los cruces ilegales han alcanzado cifras récord en décadas (aunque en enero, mes con últimos datos, se redujeron un 50%). Esa legislación unía la inversión y las reformas en inmigración a la ayuda a Ucrania e Israel. Y ahora que esa ayuda internacional ha sido aprobada en el Senado separada de las medidas fronterizas, los republicanos en la Cámara Baja amenazan con bloquearla si no incluye, precisamente, medidas para frenar la inmigración.
El juicio político contra Mayorkas no tiene ninguna posibilidad de prosperar en el Senado, controlado por los demócratas y donde haría falta una mayoría de dos tercios para una condena. Se trata, en cualquier caso, de una imputación histórica. Es el primer ‘impeachment’ en 148 años de un miembro del gabinete y el único nunca contra uno en activo. Y ha desatado alarmas, incluso entre algunos republicanos, por degradar la herramienta más poderosa que la Constitución da al Congreso, dejándola como arma para luchas políticas y politizadas.
Segundo intento
Una semana después de perder por un error de cálculo de sus votos la primera votación para intentar imputar a Mayorkas, un fallo sonrojante para el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, este martes los republicanos han conseguido sacarla adelante también por la mínima.
Aunque los tres conservadores que votaron en contra de abrir el proceso en la primera ocasión se han vuelto a sumar a los demócratas, al final la votación ha sido 214-213 (una demócrata no ha podido asistir a la sesión al contagiarse de covid y otro no ha podido llegar a Washington desde Florida por problemas técnicos en su avión). Y ahora el proceso se pone en marcha.
El 26 de febrero, cuando el Senado vuelva de un receso de dos semanas, la Cámara de Representantes entregará a esa Cámara los dos “artículos de impeachment” presentados contra Mayorkas. Uno le acusa de dejación de funciones en la frontera y le atribuye una “negativa intencionada y sistemática de cumplir con la ley”, señalando a su reemplazo de políticas de Trump como la que obligaba a los demandantes de asilo a «quedarse en México» mientras esperaban la tramitación de su caso. El otro le acusa de “violación de la confianza pública”, alegando que hizo declaraciones falsas ante el Congreso sobre el control de la frontera y, también, que dificultó su investigación. Esgrimen que en 2022 dijo que tenía «control operativo» de la frontera, que según un estatuto es cuando no se producen cruces ilegales, pero Mayorkas, que ha asumido que se vive una «crisis», defiende que usa una definición más amplia de la Patrulla Fronteriza.
El secretario de Seguridad Nacional había recibido el respaldo de la Orden Fraternal de la Policía, el mayor sindicato policial del país, y también tres de sus predecesores en el cargo, de los dos partidos, habían instado a Johnson a que desistiera de iniciar el impeachment. No ha servido de nada.
La crítica de Biden
El presidente Biden ha emitido un comunicado en el que ha denunciado un “acto flagrante de partidismo anticonstitucional contra un honorable servidor público para jugar juegos políticos mezquinos”.
“En lugar de organizar trucos políticos como este, los republicanos con preocupaciones genuinas sobre la frontera deberían querer que el Congreso proporcione más recursos y una seguridad fronteriza más fuerte”, ha dicho también el mandatario. “Renunciar a soluciones reales justo cuando más se necesitan para jugar a la política no es lo que el pueblo estadounidense espera de sus líderes”, ha añadido.
Mike Gallagher, uno de los tres republicanos que ha votado en contra de la imputación de Mayorkas, ha asegurado de que el trabajo del secretario no alcanza la categoría de delitos y faltas graves que la Constitución ampara para abrir un juicio político y ha alertado de que se abirá una “caja de Pandora”. Otro de los conservadores que ha rechazado abrir el proceso, Ken Buck, también ha llamado a dejar de usar el ‘impeachment’ de la forma que inaugura el Partido Republicano: “Si tenemos diferencias políticas, tenemos otras herramientas”, ha dicho tras perder la votación.