La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), también conocida Enfermedad Hemorrágica Bovina, acumula focos en la geografía Española al tiempo que amenaza las explotaciones de ganadería extensiva de vacuno. Después de un primer caso en noviembre al sur de la península, la preocupación en el campo se extiende a la vez que el mosquito culicoides se extiende hacia el norte y deja contagios en las explotaciones.
«En los últimos doce meses gripe aviar, viruela ovina, tuberculosis y, ahora, la Enfermedad Hemorrágica Bovina. Es una situación de riesgo en la que tenemos que ser perfectamente conscientes de que hay que coordinar y unir los esfuerzos entre quienes constitucionalmente responsable de la sanidad animal, que son las comunidades autónomas, pero por supuesto también el Gobierno de España y la Unión Europea», señaló el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación Luis Planas en su primer pronunciamiento sobre la última amenaza a la ganadería extensiva.
Para el campo, la reacción del Gobierno llega tarde: «No se le ha dado la importancia que merecía desde el principio porque no afecta a la salud pública. Es un problema solo para los ganaderos», lamenta en conversación con El Independiente Juan Luis Delgado, presidente de ASAJA Salamanca y responsable de vacuno de la organización agraria, que acentúa que la EHE no afecta a humanos ni es transmisible entre vaca y vaca.
Delgado asegura que la Administración ha fallado a la hora de gestionar la enfermedad. «El objetivo que han tenido, y por el que han mirado para otro lado, es que la cabaña ganadera se inmunice sola. Hay muchas explotaciones afectadas cuyos animales no tienen síntomas, pero en otras se suceden las bajas y los abortos», indica el presidente de ASAJA.
«Hay que dejarlo claro para no alarmar y hundir el consumo. Es una enfermedad que no afecta a los humanos. Insisto porque cada vez que se habla de cualquier enfermedad se resiente el consumo de vacuno. El Ministerio ha estado dejándo lo pasar a ver si bajaban las temperaturas y se acababa, pero es una enfermedad que requiere centrarse principalmente en aquellas explotaciones que corran más riesgo porque no se inmunizan”
El dirigente de ASAJA considera que «lo que no entra en la cabeza» es que, mientras los ganaderos daban por hecho que la enfermedad se iba a hacer fuerte, «la Administración haya escurrido el bulto, y más aún al ser una enfermedad de declaración obligatoria».
Afectación al ganado por Enfermedad Hemorrágica Epizoótica
La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, característica en América del Norte, Australia, Asia y África, nunca había sido detectada en España ni en la Unión Europea hasta noviembre de 2022.
Los síntomas más frecuentes entre el ganado bovino por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica son ojos rojos, fiebres e inflamación de pezuñas, lengua y vías respiratoras. «Lo que más les afecta y mata animales es la inflamación de las vías respiratorias y la lengua porque las vacas no pueden comer ni beber. Conozco casos de animales que llevan 10 días sin comer», puntualiza el también ganadero.
Los profesionales agrarios ponen el foco en el agujero que la enfermedad genera en bajas, partos y tratamientos. Además, advierten que el ganado pierde una masa corporal «que no sabemos cuándo se va a recuperar». Delgado explica que «la inmensa mayoría de explotaciones no deberían necesitar ayudas» porque asumen que pueden tener un contratiempo; sin embargo, pide que «hay que estar con los ganaderos que sufren varias bajas y abortos y que tienen que aplicar tratamientos que duran diez días que salen a 150 euros por vaca. Imagina que tienes que hacerlo a 80 animales».
El mismo mosquito que transmite la enfermedad de la lengua azul es el responsable de la EHE. «E hecho de que se haya propagado ahora es porque se han mantenido temperaturas altas en el último mes. Con la bajada de temperaturas la previsión es que el mosquito muera y acabase la propagación», comenta Delgado, en la misma línea que apuntó Planas recientemente: «Yo creo que el cambio climático y particularmente este incremento de temperaturas y la falta de lluvia, está condicionando mucho la actividad desde el punto de vista de los costes, pero también desde el punto de vista de la vulnerabilidad en la sanidad animal».
Según el presidente de ASAJA Salamanca, provincia con mayor cabaña ganadera de España, el Gobierno se ha limitado a declarar los focos pero no ha seguido de cerca los casos. «Como ya estaba anunciado el foco, cada vez que había casos en el perímetro de 150 kilómetros no se tenían en cuenta, por lo que la Administración no ha sido consciente del problema», concluye Delgado.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha solicitado una reunión urgente al Ministerio de Agricultura para definir un Plan de lucha y control de la EHE ante el creciente número de focos en varias comunidades autónomas.