El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dado a entender este jueves en su primera audiencia oral que está dispuesta a respaldar al expresidente estadounidense Donald Trump para defenderse de los intentos por excluirle de las primarias de cara a las elecciones presidenciales al considerarle que no es un candidato elegible por su papel en el asalto al Capitolio.
Durante cerca de dos horas de argumentos, el presidente del Supremo, John Roberts, y los jueces del alto tribunal han acribillado a preguntas a la parte que busca impugnar a Trump con preguntas que sugerían un posicionamiento en el lado del exmandatario, sin abordar la cuestión de si participó en una insurreción o rebelión y, por tanto, sobre si ha violado la Decimocuarta Enmienda de la Constitución.
Los jueces han cuestionado si la prohibición está destinada a aplicarse a expresidentes (ya que el equipo legal de Trump alega que no está sujeto a esta enmienda porque no está detallado en la Constitución), han sostenido que la eliminación de un candidato por parte de un tribunal podría dejar de ser democrática y han predicho que los estados eventualmente intentarán eliminar a otros candidatos. Asimismo, han apuntado al hecho de que Trump no ha sido condenado por insurrección.
Cabe mencionar que la Constitución recoge que «ninguna persona podrá ser senador o representante en el Congreso, ni elector del presidente y vicepresidente de los Estados Unidos, u ocupar cargos, civiles o militares» si ha prestado juramento de la Constitución y tras ello ha participado en una insurrección o rebelión tanto de forma activa como por «auxilio» a los participantes de la misma.
Varios de los jueces han mostrado su preocupación por la decisión del Tribunal Supremo de Colorado, que en diciembre excluyó al expresidente amparándose en dicha enmienda y asegurando que hay «pruebas sustanciales» de que el ataque del 6 de enero de 2021 fue una insurrección en la que Trump «se involucró» y que «incitó a la multitud».
Después de la audiencia, Trump ha ofrecido una rueda de prensa desde su mansión en Mar-a-Lago, en Florida, y ha elogiado los argumentos de su abogado en el Supremo, indicando que espera que sean «bien recibidos». El exmandatario ha afirmado que el caso es «más interferencia electoral por parte de los demócratas». «Un argumento muy importante es el hecho de que estoy liderando todas las carreras. Soy el más votado en todos los estados. Estoy a la cabeza contra republicanos, demócratas (y el presidente, Joe) Biden. Estoy liderando el país por mucha diferencia y, no puedes coger a la persona que está por delante en todas partes y decir ‘oye, no vamos a dejar que te presentes'», ha declarado.
Varios aliados de Trump también han expresado su apoyo al expresidente, argumentando que el esfuerzo de Colorado fue fundamentalmente antidemocrático, informa el periódico estadounidense ‘The Hill’. La decisión de Colorado, que se encuentra en suspenso, se aplica únicamente a ese estado, pero afectaría a la campaña presidencial en la que Trump es el favorito del Partido Republicano pese a las diferentes citas que judiciales que tiene programadas. El estado de Maine también se sumó a esta decisión, si bien otros como Illinois, Michigan o Minesota rechazaron este posicionamiento.