El estado mental del presidente de Estados Unidos Joe Biden vuelve al primer plano, y no por sus confusiones recientes al hablar de líderes mundiales. Este jueves se ha conocido el informe de Robert Hur, el fiscal especial que ha investigado al demócrata por su manejo irregular de documentos clasificados tras abandonar la vicepresidencia. Y en el documento en el que Hur anuncia que ha decidido no presentar cargos contra el demócrata pese a concluir que se llevó y compartió de forma consciente material sensible, hay un retrato absolutamente demoledor del estado mental de Biden, que tiene 81 años y cuya edad se ha convertido en un elemento de desencanto y rechazo para muchos votantes. de cara a respaldarlo en su búsqueda de la reelección en las elecciones de noviembre.
Al detallar las razones por las que no se presentan cargos Hur incluye la de que, en un potencial juicio, Biden habría sido visto por un jurado de la misma forma en que le vieron los investigadores al interrogarlo: “como un anciano simpático, bien intencionado con mala memoria”.
“Basándonos en nuestras observaciones e interacciones directas con él, es alguien para quienes muchos jurados querrían ver duda razonable”, añade. “Sería difícil convencer a un jurado de que debían condenar a quien entonces sería un antiguo presidente octogenario de un delito grave que requiere un estado mental de intencionalidad”.
«No recordaba cuándo murió su hijo»
Hur hace varias referencias a la “memoria significativamente limitada” del presidente. Dice que ya era notable en las entrevistas que en 2017 el demócrata mantuvo con Mark Zwonitzer, un escritor que, a modo de “negro”, le iba a escribir un libro de memorias (autor con el que compartió material clasificado). “Las conversaciones grabadas son a menudo dolorosamente lentas, con Biden teniendo problemas para recordar acontecimientos y teniendo que hacer esfuerzos para leer y transmitir sus propias anotaciones en cuadernos”, se lee en el documento, en el que también se dice que mostró con Zwonitzer “facultades mermadas y memoria defectuosa”.
El informe del fiscal especial asegura que la situación fue “peor” cuando su propia oficina le entrevistó directamente en 2023. “No recordaba cuándo había sido vicepresidente (…) No recordaba cuándo había muerto su hijo Beau, ni con varios años de diferencia. Y su memoria parecía borrosa cuando describía un debate sobre Afganistán que una vez fue muy importante para él”, se lee en el documento.
Queja de los abogados de Biden
En una carta que enviaron a Hur tras recibir una copia adelantada del informe, tanto el abogado personal de Biden como el de la Casa Blanca protestaron diciendo que no veían “ajustado o apropiado” el modo en que el informe aborda la memoria del presidente, que se menciona en al menos nueve ocasiones. “Usa lenguaje muy prejuicioso para describir una ocurrencia común entre testigos: falta de recuerdos de hechos que sucedieron hace años”. Los letrados aseguran que los comentarios “no tienen cabida en un informe del Departamento de Justicia” y pidieron que se retirara del documento, algo que no ha sucedido.
El propio Biden ha emitido un comunicado en el que celebra la conclusión alcanzada de no presentar cargos en su contra. No hace referencia directamente a las descripciones de su estado mental, pero dedica parte de su comunicado a justificar que la investigación abordó hechos que se remontan «hasta 40 años atrás» y al subrayar su “absoluta cooperación” recuerda que mantuvo cinco horas de entrevistas con los investigadores el 8 y el 9 de octubre, justo después del ataque de Hamás en Israel y cuando estaba “en medio de manejar una crisis internacional”.
La campaña de Donald Trump, que con casi toda certeza será el rival republicano de Biden en noviembre, ha aprovechado para enviar inmediatamente un mensaje en el que recoge algunas de las comillas del documento bajo el título: «El Departamento de Justicia cree que Joe Biden está incapacitado para someterse a un juicio».