En una carrera marcada por los imprevistos y la dureza extrema como el Rally Dakar, Laia Sanz es una apuesta segura. La piloto de Corbera puede presumir de haber completado cada una de las catorce ediciones en las que ha participado, once en categoría de motos y tres en coches, donde progresa a ritmo vertiginoso y este año ha logrado finalizar en el ‘top quince’ absoluto.
Durante su larga y prolífica etapa en las dos ruedas, Laia se coronó como la mejor entre las pilotos femeninas, pero además, logró un hito histórico al concluir novena en la clasificación absoluta de 2015, compitiendo siempre de tú a tú con los rivales más rápidos de la categoría masculina.
Hace tres años, en busca de nuevos retos, Laia consiguió dar el salto a las cuatro ruedas. Y tras dos temporadas de aprendizaje, siempre junto a su fiel copiloto Maurizio Gerini, en la última edición del Dakar, el pasado mes de enero, la piloto catalana logró un extraordinario y valioso ‘top quince’ con el buggy del Team Astara, plantando cara en las dunas a los todopoderosos T1+ 4×4 pese a su desventaja con dos ruedas motrices.
Laia Sanz y Maurizio Gerini subieron al tercer peldaño del podio entre los vehículos 4×2, convencidos de que podían haber terminado aún un poco más arriba de no ser por las dificultades a las que tuvieron que sobreponerse en las últimas etapas, incluido el día que llegaron al campamento a tres ruedas después de romper una de las dos delanteras a falta de varios kilómetros para la meta.
Laia ha demostrado con creces que es una experta dakariana, con excelentes dotes en navegación y una determinación a ‘prueba de bomba’. Y por si fuera poco, también ha conseguido brillar en la serie eléctrica de la Extreme-E, en la que se embarcó apadrinada por Carlos Sainz y el pasado año acarició la victoria hasta la última prueba, además de confirmarse como la más rápida entre las féminas. En pocos días, a mediados de febrero, arranca una nueva temporada en Extreme-E y también la preparación con vistas al Dakar 2025, que la piloto catalana afronta, fiel a su estilo, con máxima ambición.