Por al menos otros 90 días, Ucrania mantendrá la ley marcial en vigor desde la invasión de Rusia del país hace casi dos años y la movilización general de las tropas que han de luchar en los campos de batalla. La información, confirmada este martes por el parlamentario Yaroslav Zhelezniak (del proeuropeo Holos, oposición) en Telegram, llega después de las agrias polémicas por una nueva propuesta legislativa precisamente para ampliar el reclutamiento de soldados. Esta última, que de momento no ha salido adelante, se discutirá este miércoles.
La extensión, la décima desde el inicio de esta fase de la guerra con Rusia, fue propuesta por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el 5 de febrero y empezará a aplicarse a partir del 14 de febrero, lo que en principio no afecta a la discusión parlamentaria sobre la otra reforma que el Gobierno está intentando introducir. La gran incógnita es si el Ejecutivo obtendrá el apoyo que necesita para llevar adelante la nueva propuesta, después de que un precedente borrador tuviera que ser retirado en enero por las discrepancias.
Con la guerra de Rusia contra Ucrania a punto de entrar en su tercer año, Kiev se encuentra en un momento delicado en la gestión de sus instituciones militares. Las razones son muchas, entre ellas, «la gran cantidad de soldados que necesita la Defensa ucraniana», dice a El Periódico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica, Daria Tarasenko, una abogada que ha estado siguiendo la cuestión de cerca. «Además, los soldados que han estado hasta ahora en el frente necesitan descansar y la ley actual no les permite retirarse del servicio activo, por lo que no saben cuándo se les permitirá irse a casa», apunta. En diciembre, el propio Zelenski cifró las necesidades de Ucrania para los próximos meses en entre 450.000 y 500.000 nuevas reclutas.
Oposición reacia
Pese a ello, las reticencias de una parte de los hombres a aceptar su reclutamiento, junto con algunas controvertidas medidas que contenía el primer borrador de la propuesta legislativa, han recrudecido la discusión, más aún cuando el proceso de movilización que se ha realizado hasta ahora no ha estado exento de críticas. «Los problemas que he visto, como abogada, son la falta de claridad en el proceso de reclutamiento y en los exámenes médicos para los reclutas. La legislación contiene una lista de situaciones en las que los hombres pueden negarse a prestar servicio, pero no hay un mecanismo claro sobre cómo hacerlo», ejemplifica Tarasenko.
La letrada no es la única que, hasta la fecha, ha expresado perplejidad sobre este asunto, que se debate después de que fracasara la última gran contraofensiva ucraniana. Reproches también han llegado de diputados como Solomiia Brobrovska, del partido Holos, y que se ha expresado en contra de la primera versión de la propuesta en la que había medidas como bajar la edad de reclutamiento de 27 a 25 años y congelar las cuentas bancarias de aquellos que se nieguen a aceptar la movilización si cumplen los requisitos y han sido llamados a filas.
El pasado fin de semana, después de que la versión revisada (con varios cambios) fuera presentada por el Gobierno, Brobrovska dijo que todavía no ha tomado una decisión final sobre el texto. En cambio, otros colegas de su mismo partido ya han anunciado que presentarán una versión alternativa. Los votos de Holos son considerados importantes para que la legislación sea aprobada, dado que dentro de la misma formación de Zelenski, Servidor del Pueblo, parece haber división sobre la reforma.
La pelea con Zaluzhni
Además de ello, la cuestión también se solapa al otro gran tema que es objeto de discusión pública abiertamente desde hace semanas: la rivalidad entre Zelenski y el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Valeri Zaluzhni, muy popular en Ucrania. Este último, según los observadores, considera que Ucrania debe prepararse para una guerra prolongada, mientras que Zelenski abogaría por intentar poner fin al conflicto lo antes posible. Una pugna que, en cualquier caso, finalmente ha derivado en la decisión de Zelenski de relevar a Zaluzhni de su puesto, como confirmó esta semana el propio presidente ucraniano en una entrevista concedida a la televisión pública italiana RAI.
De forma anónima por miedo a represalias, varios hombres han revelado a esta periodista desde 2022 que no están dispuestos a ir al frente. Además de ello, en las redes sociales más usadas en Ucrania, también han aparecido en los últimos meses mensajes de personas que se quejan abiertamente por cómo este proceso se lleva a cabo. De igual manera, también por la falta de perspectivas laborales en este momento, otros han tomado la decisión de unirse a las Fuerzas Armadas, institución que sigue estando entre las más respetadas del país con la guerra en curso.