Peter Lim se fue a dormir en plena recta final de mercado. A las siete de la tarde hora española. Sin importarle nada ni nadie. Por el camino engañó a Baraja y utilizó a Rafa Mir. Dejó tirados a los dos. Había que reforzar la plantilla y lo que hizo fue debilitarla con la salida de Paulista. ¡Mira que era difícil empeorar el mercado de verano! Pues bueno, Lim lo hizo. Lo suyo es ponérselo difícil al Pipo y a sus jugadores.
Queda claro que le importa bien poco lo que piensen. Tampoco que cada una de sus decisiones empequeñezca al club. Lo extraño es que el equipo no esté luchando hoy por la permanencia, como reconoció Layhoon Chan en verano. La suerte de Meriton se llama Baraja. El problema es que el Pipo no siempre va a estar para tapar los agujeros del máximo accionista. El técnico ambiciona ir hacia un Valencia diferente al que quiere la propiedad.
Conclusión: el futuro separará los caminos tarde o temprano. Mientras tanto, disfrutemos de este joven equipo que se levanta y se sobrepone a todo. Si no está Paulista, da un paso adelante Mosquera. Si no viene Rafa Mir, marcan Hugo Duro y Yaremchuk. El Pipo sigue teniendo parches para todos los descosidos de Lim.
Es lo mejor que le ha pasado al Valencia en muchos años. Igualito que Corona. El director deportivo salió a explicar el fichaje frustrado de Rafa Mir tarde y mal. Él mismo se dejó en evidencia. El Pipo está rodeado. Aún así: 35 puntos durmiendo en puestos europeos. Qué mérito tienes, Rubén.