La dirección nacional de Vox, liderada por Santiago Abascal, ha comunicado al Parlament la expulsión de los cinco diputados tránsfugas, redoblando así la presión sobre el Govern de Marga Prohens. A través de un escrito presentado Gabriel Le Senne, el todavía presidente de la Cámara ha acreditado que los diputados Idoia Ribas, Sergio Rodríguez, Manuela Cañadas, Agustín Buades y María José Verdú «han sido suspendidos cautelarmente de los derechos como afiliados e inhabilitados para desempeñar cargo o función en el partido político Vox y/o en representación de éste». Una jugada con la que Le Senne intenta complicar jurídicamente el estatuts de los cinco rebeldes de la formación ultraderechista.
Asimismo, Le Senne también aporta un certificado firmado por el secretario del Comité de Garantías de Vox a nivel nacional, Juan Calvo, que justifica la salida de los diputados que ahora manejan el grupo parlamentario por » el incumplimiento de las directrices de los órganos del partido y del Reglamento lnterno del Grupo Parlamentario, así como la expulsión de Gabriel Le Senne y Patricia de las Heras sin consultar a los órganos competentes de la Dirección Nacional del partido».
Una notificación que dificulta la situación de los cinco díscolos a nivel jurídico, ya que los letrados deben decidir si la expulsión de Le Senne y Patricia de las Heras del grupo parlamentario está justificada y la legitimidad que tienen los rebeldes para seguir representando a Vox cuando ya no forman parte del partido. También redobla la presión sobre el Govern de Marga Prohens, que debe decidir si se apoya en los tránsfugas para seguir manteniendo la mayoría parlamentaria.
«Suspensión cautelar»
Por su parte, desde el grupo parlamentario de Vox argumentan que los cinco diputados díscolos «están suspendidos cautelarmente. Se presentarán las alegaciones en plazo, es una suspensión cautelar, por tanto no definitiva». Cabe recordar que ayer la portavoz de los sublevados, Idoia Ribas, anunció que ya habían recibido desde Madrid la apertura de un expediente disciplinario aunque anunció que iban a recurrir y no renunciaban a seguir formando parte del partido ultraderechista.