El Ministerio de Defensa argelino ha revelado que los cinco marroquíes -dos de ellos franco-marroquíes-, que entraron «ilegalmente» el pasado martes en sus aguas territoriales a bordo de motos acuáticas, desobedecieron las órdenes de la Guardia Costera y que realizaron maniobras «peligrosas», por lo que los agentes se vieron obligados a disparar, hiriendo mortalmente a dos de ellos.

«Ante el aumento de la actividad de bandas de narcotraficantes y del crimen organizado en esta región marítima fronteriza y ante la obstinación de los pasajeros de dichas motos acuáticas, el personal de la Guardia Costera realizó disparos de advertencia. Tras varios intentos, se produjeron disparos que obligaron a detenerse a una de las motos de agua, mientras que las otras dos huyeron», ha afirmado el ministerio en un comunicado.

Un día después de esta operación nocturna, ha explicado, una patrulla localizó el cuerpo de un hombre no identificado que presentaba un impacto de arma de fuego y fue trasladado a la morgue del hospital de Tlemcen (noroeste). Se trataría del marroquí residente en Francia Abdelali Mechouar, de 38 años.

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En el mismo comunicado, Defensa hizo un llamamiento a los medios de comunicación nacionales y a la ciudadanía para «no prestar atención a informaciones falsas que circulan destinadas a dañar la honorable imagen del Ejército Nacional Popular».

El Consejo Nacional marroquí de Derechos Humanos (CNDH, estatal) ha condenado en el día de hoy los hechos. El CNDH calificó en un comunicado este hecho de «violación grave» del derecho a la vida y recordó que el rescate de una persona en el mar es un principio básico del derecho internacional.

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El CNDH informó de que envió una delegación a la región oriental del país para recabar datos y escuchar al superviviente Mohamed Kissi y a los familiares de las víctimas Bilal Kissi (29 años) -cuyo cadáver fue recuperado por las autoridades marroquíes- y Abdelali Mechouar (38 años), cuyo cuerpo sigue en Argelia.

El CNDH expresó su apoyo al derecho «legítimo» de la familia de Mechouar a recibir su cadáver para enterrarlo en Marruecos. También cuestionó la rapidez con la que se «juzgó» en Argelia a Ismail Sanabi, una de los cinco marroquíes implicados en el suceso, y reclamó su liberación y entrega a las autoridades marroquíes.

La nota agregó que el tercer superviviente se encuentra ingresado en una unidad de reanimación en la ciudad marroquí de Uxda, fronteriza con Argelia, debido a la gravedad de las heridas que sufrió en el incidente.