Los vídeos se cuentan por centenares. Muestran a miembros del Ejército israelí brindando mientras dinamitan un barrio entero de viviendas en Gaza, mofándose de la ausencia de alumnos en el aula de un colegio destrozado, hurgando en un cajón de ropa íntima de mujer en una casa palestina o lanzando proyectiles contra la Franja disfrazados de dinosaurio. En otros, se jactan de haber matado a palestinos, incluso niños.
Los suben a sus redes soldados israelíes, o el propio Ejército a ciertos canales de Telegram, según una investigación del diario israelí Haaretz. ¿Por qué lo hacen? ¿Son soldados descontrolados o guerra psicológica organizada contra los palestinos?
“Son preocupantes, son signos de falta de disciplina y de respeto a la vida humana, y para que una guerra sea considerada justa debe existir ese respeto”, opina para este diario Henrik Syse, doctor del Instituto de Investigación sobre la Paz de Oslo y editor de la Revista de Ética Militar.
El experto considera que esta tendencia es excepcional y anómala en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). “Solían tener un código ético muy estricto y se tomaban las reglas de la guerra de forma seria. Lo que vemos ahora son tristes recordatorios de que esa actitud puede cambiar”.
En uno de los vídeos se observa a un soldado preguntarse a cámara «por qué no hay educación en Gaza», antes de mostrar una universidad destruida: «Ya no habrá ingenieros en Gaza». En otro, otro infante se ríe mientras asegura que ya no habrá clases en la Franja.
Hay vídeos reproducidos por los medios israelíes que muestran la demolición con explosivos de las universidades gazatíes: la Al-Isra, la Islámica o la Al-Azhar, entre otras. Todo en un contexto en el que los bombardeos han acabado con la vida de un centenar al menos de profesores universitarios, según el Euro-Med Human Rights Monitor.
«Recuerda a cuando el Ejército Rojo entró en el territorio alemán en la Segunda Guerra Mundial. Entonces había muestras de ese tipo de disfrute en la destrucción provocada, con la diferencia esencial de que no había redes a donde subirlo todo inmediatamente», aporta Syse. Para él, esta actitud es anómala en las guerras modernas, especialmente en los Ejércitos de los países avanzados, de los que se espera unos estándares mayores. Él trata de explicar, «aunque no lo justifique», ese nivel de exhibición en la ira que produjeron los ataques del 7 de octubre y la sensación de vulnerabilidad que provocó en Israel el ataque del 7 de octubre, que hizo revivir fantasmas del Holocausto judío.
El segundo factor importante, apunta, es la falta de liderazgo moral. «Benjamin Netanyahu es un tipo de líder que no se toma la paz o el diálogo en serio, y eso ha sido un problema durante todos estos años. Yo conozco miembros de las FDI, son gente excelente y también están preocupados«, concluye el analista.
’72 vírgenes – sin censura’
Una de las cuestiones por resolver es si se trata de soldados que han perdido el control (centenares) y que cuentan con la tolerancia de sus mandos a la hora de publicar esos vídeos, o si es una estrategia premeditada y dirigida desde el propio Ejército.
Se sabe que la unidad responsable de la guerra psicológica de las FDI (la Dirección de Influencia en Operaciones) opera un canal de Telegram en hebreo llamado ’72 vírgenes- sin censura’ , que muestra imágenes crudas de la guerra en Gaza dirigida a la audiencia israelí, según una exclusiva del diario israelí Haaretz.
En él se pueden ver imágenes de presuntos miembros de Hamás muertos o malheridos, acompañados de textos sarcásticos que apuntan a que se está «cumpliendo con el sueño de los terroristas» de ir al paraíso.
«Quemando a su madre. ¡No te creerás el vídeo que tenemos! Puedes escuchar cómo crujen sus huesos. Lo subiremos enseguida, estad listos», decía unos de los mensajes. «Exterminando a las cucarachas, a las ratas de Hamás. Comparte esta belleza» se lee en un vídeo que muestra a un soldado israelí mojando presuntamente en manteca de cerdo las balas.
El Ejército niega que esté detrás de ese canal, pero fuentes de alto rango del Ejército citadas por el Haaretz confirman la autoría.
La exhibición de odio hacia el enemigo que se ha exacerbado tras los ataques del 7 de octubre era, en realidad, una tendencia que ya se venía percibiendo en el Ejército israelí en los últimos años. El fenómeno es analizado en el libro «Militarismo digital: la ocupación israelí en la era de las redes sociales» (Standford University Press) de los profesores Adi Kuntsman y Rebecca Stein.
En él se analizan con profusión las publicaciones en redes israelíes durante los bombardeos de Gaza de 2014, que dejaron más de 2.300 muertos en la represalia hebrea por el secuestro y muerte de tres adolescentes israelíes, un ataque que fue a su vez reacción a la muerte de otros dos adolescentes palestinos. Entonces se podía ver a soldados hebreos con el mensaje «el pueblo quiere venganza» escrito en el cuerpo u «odiar a los palestinos no es racismo, sino valores» sostenido en carteles por israelíes sonriendo ante la cámara.
«El militarismo digital son las prácticas que usan herramientas digitales y redes sociales empleadas para proyectos militares por el Estado y usuarios civiles», se lee en el texto. «Promueve la movilización patriótica con tuits racistas, selfies embellecidos de soldados y post celebrando la muerte de palestinos. Todo es la culminación de una normalización gradual del militarismo digital en Israel en las dos décadas anteriores».