Adin Licina es un jugador con magia, diferente a todos los chicos de su serie en Alemania. Es el mejor talento que tiene el Bayern, un centrocampista que puede marcar la diferencia durante dos décadas. Los cazatalentos que rastrean al detalle en el mercado de las jóvenes promesas tienen claro que Licina es un elegido. Hace dos semanas, tenía 16 años y ya está compitiendo con el Sub-19 del Bayern, jugando partidos de Youth League, que se retransmiten en todo el mundo. 

En Italia ya ha trascendido el seguimiento del Milan, trabajando para tomar la mejor posición en tiempo y forma para su fichaje, dispuesto a hacerse fuerte en la misma plaza que la Juve -en plena efervescencia gracias a apuesta por la captación- y en la que pelean FC Barcelona, Real Madrid, Borussia Dortmund, RB Leipzig o todos los clubes modernos de la Premier. Adin termina contrato en dos años y medio, parece un mundo, pero su situación contractual dejará al Bayern en un marco complicado en sólo unos meses. Eso es lo que explica los primeros movimientos en la ‘trastienda’.


Adin Licina luce el ’10’ en la selección alemana Sub 17.

Agencias

Nacido en Landshut, una pequeña ciudad que queda a una hora de Múnich en coche, Licina (generación 2007) comenzó a jugar al fútbol en el Spvgg Landshut, como mediocentro, siempre en el centro de operaciones de su equipo y esa naturaleza se siente en su personalidad. Su nombre y apellidos llevan sus raíces hasta los Balcanes, hasta Montenegro, de donde procede su familia. Alemania lo tiene controlado desde siempre -ahora ha empezado ciclo Sub-17 como número 10 de la Mannschaft- , pero guarda el ADN competivo de grandes talentos históricos como Pedja Mijatovic, Dejan Savicevic o Mirko Vucinic.

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El espíritu de sacrificio y la familia

Un día perfecto para Adin es levantarse y jugar al fútbol, hasta no poder más. Es un chico con una mentalidad muy buena: tiene hambre para competir, tiene humildad y tiene unas ideas muy claras para su edad. Está rodeado por una familia estupenda, donde siempre le han dejado claro que el espíritu de sacrificio y el trabajo son lo más importante. La educación y los valores tradicionales se mezclan con un espíritu de ‘fantasista’’ con la vivacidad y la chispa. Sus mejores cualidades son la visión de juego y el uno contra uno. Adin es realmente imaginativo para encontrar soluciones en el juego y eliminar rivales, con un regate o con un pase.

El Bayern no quiere otra fuga de talento

Los dirigentes del Bayern saben que no pueden repetir la experiencia que han vivido con otros talentos de la Academia, que no han podido o han sabido retener al no plantear un proyecto deportivo a la altura. El último caso es Kenan Yildiz, ‘rising star’ de la Juventus, que se marchó libre en el verano de 2022 a Turín. Su salida ha dejado víctimas y una advertencia. Según La Gazzetta dello Sport, el Milan no es el único club ilusionado con Licina. Christoph Freund y Hamit Altintop -responsables de la Academia del Bayern– están trabajando para retener al jugador y desarrollar un plan a la altura. Esa es la diferencia respecto a Yildiz. La cúpula deportiva de la gran casa bávara es consciente de lo que está manejando y de lo que está por llegar.

Adin Licina, un talento del Bayern de Múnich

Adin Licina, un talento del Bayern de Múnich

Agencias

Un regateador con espíritu de ’10’

Zurdo natural, Licina puede arrancar desde la banda derecha y romper con sus diagonales, también desde la derecha, pero es un futbolista llamado a ocupar la zona de los ‘playmakers’. Adin está creciendo desde los extremos, pero está diseñado para llevar el peso creativo en los últimos tres cuartos de campo, en la zona donde hay que soportar acción y pegada. Su potencial advierte un mediapunta o un interior de ataque, también le gusta aparecer cerca de la zona de mediocentros; tiene un físico top para su edad, pero todo dependerá de su próxima evolución futbolística. En la Bundesliga Sub-19 lleva cinco goles y dos asistencias, siendo un Sub-17. Ha llevado el dorsal 7, el 11, el 10 y el 8… Hoy Licina es un jugador con posibilidades infinitas.