La multinacional siderúrgica ArcelorMittal firmó este lunes con el Gobierno francés el acuerdo para recibir la subvención estatal que permitirá acometer el plan de descarbonización de su factoría de Dunkerque, en el norte de Francia, con un proyecto similar al que está paralizado tanto en Asturias como, según el grupo, en Alemania y Bélgica.
La firma del convenio se produce después de que ArcelorMittal y la compañía estatal eléctrica EDF haya suscrito una «carta de intenciones» para la futura firma de un contrato de suministro de energía que permitirá asegurar a la planta de Dunkerque el abastecimiento procedente de la cercana central nuclear de Gravelines (la mayor de Francia y la segunda de Europa), propiedad de EDF, la compañía en la que el Gobierno francés ejerce el control. El futuro suministro de electricidad es «un requisito necesario y condición para esta inversión», dijo ArcelorMittal, que también destacó «la reforma del mercado de la electricidad emprendida en Francia».
El coste de la energía es el gran escollo que aduce ArcelorMittal para mantener parado el proyecto en Asturias. Francia dispone de una tarifa eléctrica especial, denominada Arehn, que permite a la industria electrointensiva francesa acceder a precios energéticos más baratos que en España y otros países pese a que en los dos últimos años el precio mayorista de la electricidad en el mercado diario fue mucho más económico en España que en Francia.
El ministro francés de Economía, Finanzas y Soberanía Industrial, Bruno Le Maire, que ayer viajó a Dunkerque para asistir a la firma del protocolo, había dicho el domingo que este acuerdo «es una victoria climática y económica para Francia. Por esta inversión compiten cuatro emplazamientos» europeos, «incluido», dijo, «uno en Alemania». El presidente Emmanuel Macron calificó ayer de «histórico» el acuerdo.
El proyecto de Dunkerque consiste en dotar a la planta de dos hornos eléctricos (similares al que ya ha sido aprobado por la multinacional para reemplazar la actual acería de Veriña) y la sustitución de uno de los dos hornos altos por un horno de reducción directa de mineral de hierro (DRI) como el prometido para Gijón y que actualmente está en suspenso pese a tener aprobadas desde abril unas ayudas del Gobierno de España por importe de 450 millones.
La planta de DRI, consistente en una nueva tecnología aún poco experimentada, es crucial para la descarbonización de las factorías siderúrgicas integrales como la de Asturias sin que pierdan esta condición, lo que no ocurre si el proceso fabril parte de hornos eléctricos, donde ya no se transforma mineral de hierro, sino chatarra y prerreducidos.
El acuerdo con el Gobierno galo fue suscrito con la Agencia de Medio Ambiente y Gestión de la Energía de Francia (Ademe). En virtud de ello, el Estado francés aportará ayudas por un importe de 850 millones, el 44,44% de una inversión comprometida de 1.800 millones. En Gijón la inversión es de 1.000 millones y la subvención concedida para el DRI (450 millones) representa el 45% del total. El horno eléctrico híbrido de Gijón, que sí está en proceso de ejecución, goza de otro tipo de subvenciones adicionales.
El proyecto de DRI para Asturias fue anunciado en Gijón por la familia Mittal (accionista de control de la multinacional) y por el presidente del Gobierno español en julio de 2021. El de Dunkerque se hizo público siete meses después, en febrero de 2022. El proyecto asturiano recibió autorización de la Comisión Europa para acceder a ayudas públicas en febrero de 2023. Fue el primero de Arcelor que lo logró. Dunkerque lo obtuvo cinco meses más tarde, en julio pasado. Arcelor pretende que la planta más septentrional que posee en Francia estrene su nueva instalación fabril a partir de 2027, un año más allá del límite que prevén los fondos europeos de Próxima Generación a los que se recurrió en España para subvencionar el DRI en Gijón. Dunkerque sufrió tres semanas de huelga en diciembre.
Gimena Llamedo: «Confiamos en que las inversiones en Asturias se lleven a cabo»
Christian García, Avilés
La vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, aseguró ayer en Avilés que «el Gobierno de Asturias está en continua comunicación con el Gobierno de España» en relación a los planes de descarbonización de ArcelorMittal. Al ser preguntada por la decisión de la compañía de dejar en suspenso el proyecto de la planta de DRI en Gijón, Llamedo afirmó: «Confiamos en que las inversiones se lleven a cabo para la descarbonización de la planta asturiana. Seguiremos en ese diálogo para que todo siga en marcha».
Carlos Paniceres: «La batalla está en el precio de la energía, hay que ser competitivos»
Oriol López, Oviedo
Carlos Paniceres, presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, señaló ayer que la no ejecución completa del plan verde de ArcelorMittal sería «la peor noticia para Asturias». Paniceres destacó que en proyectos como el de Arcelor «la batalla está en el precio de la energía». «Necesitamos energía en cantidad y precio y para eso necesitamos que se facilite la implantación de renovables en Asturias», señaló el dirigente empresarial, que reclamó «herramientas para que Asturias pueda competir».