Lejos de rectificar o de intentar rebajar la tensión, Junts ha optado este sábado por sacar pecho de su acuerdo con el PSOE para que el Gobierno ceda competencias a Cataluña en materia de inmigración y por cargar con contundencia contra ERC y el Govern. A pesar de no haber concreciones sobre este traspaso -se deberá negociar y abordar en una nueva ley-, los posconvergentes defienden que Catalunya debe tener una «política integral de inmigración», porque coincidieran que está en «juego la nación», y acusan a los republicanos no querer afrontar el debate por cálculos partidistas.
Así, lo ha hecho este sábalo el secretario general del partido, Jordi Turull, que ha acusado a sus exsocios independentistas de hacerles «chantaje» acusándoles de «xenofobia«. «Es indigno», ha aseverado con contundencia, prometiendo también que no se dejaran «acomplejar» y señalando que este será uno de los nuevos caballos de batalla del partido «guste a quién guste». Un discurso que ha sido ampliamente aplaudido por todos los asistentes al Consell Nacional del partido celebrado en El Morell.
Sin embargo, el secretario general de los posconvergentes ha querido separar el debate de la inmigración del de la multirreincidencia, poniendo distancia con sus afirmaciones del pasado jueves, cuando defendió que Catalunya debía poder decidir si se expulsaba a los extranjeros que cometieran más de un delito. Unas afirmaciones que les valieron múltiples críticas y acusaciones de hacer un discurso parecido al de la ultraderecha.
Turull, sin embargo, ha defendido afrontar la problemática de la multirreincidencia contra todos los delincuentes, independientemente de si hace «dos semanas que están aquí u ocho generaciones». «No hacerlo es poner en riesgo la convivencia y la cohesión», ha afirmado el dirigente de Junts, reivindicando su partido como un «independentismo útil, competente y ambicioso».
Apoyo a Batet y Sales
Finalmente, el secretario general del partido también ha aprovechado su intervención en abierto para mostrar su apoyo a la actual dirección del partido en el Parlament, encabezada por Albert Batet y Mónica Sales, tras la polémica por las acusaciones de «acoso» parlamentario hechas por las diputadas Aurora Madaula y Cristina Casol. Turull ha evitado hacer ninguna referencia al caso, pero sí que ha querido mostrarles su agradecimiento por el trabajo que hacen en la Cámara catalana. «Gracias por el trabajo que hacéis y por cómo lo hacéis», ha despachado.