En demasiadas ocasiones la política deviene materia de hermenéutica, donde la claridad desaparece, toda interpretación cabe y el negro y el blanco son posibles en el mismo espacio. Así que la esperada Diana Morant, sobre la que se posan todas las miradas socialistas en este tiempo, aparece en Alicante por unas horas, convoca a la prensa y lo que hace es cargar contra Carlos Mazón y, sobre sus intenciones en el proceso de renovación de su partido, deja caer que aportará «todo lo necesario» para construir la «alternativa» socialista a la derecha.
A partir de aquí, el aparato (o lo que queda de él) del PSPV ofrece que la ministra ha demostrado que es la única con una plataforma para hacer oposición real a Mazón y que si no dice mucho sobre sus aspiraciones (o no) de liderar el proyecto, es porque trata de «respetar los tiempos».
A partir de aquí, los entornos de los que aún mantienen la esperanza de ponerse la corona de la secretaría general subrayan la extrañeza de realizar dos ‘canutazos’ en el mismo día y no despejar incógnita alguna, lo que indica, según esta lectura (interesada, como todas), que continúa viendo el terreno demasiado yermo para lanzarse a la aventura.
A partir de aquí, decida el lector, el militante o el paseante en Corts. Yo diría que ayuda poco esta política de interpretación de los textos sagrados de quien parece además que concede un día la gracia de bajar del cielo madrileño y atender a los viles mortales de la costa que no están en altas disquisiciones (ni científicas ni palaciegas), sino en otra de sus batallas orgánicas, que es otro eufemismo para no hablar de guerras de poder.
Yo diría que lo más necesario en estos tiempos es claridad y firmeza, hablar a la cara a la ciudadanía y la militancia, como gente que empieza a ser ya adulta y no está para juegos de naipes, sino para saber si puede haber alguien con solidez y dedicación para hacer frente a un Gobierno de Mazón y la ultraderecha que, de momento, progresa sin cicatrices importantes. O sea, más certezas y menos hermenéutica e intoxicación. Vale para todos.