Los tiempos cambian, las tecnologías avanzan pero muchas mentalidades no. Comportamientos y mecanismos humanos se repiten siglo tras siglo con insistencia machacona, tal es el caso de la Leyenda Negra cuyos orígenes se remontan, como mínimo, al siglo XVI pero que gracias a la ultra derecha a vuelto a revivir en nuestros días.
Curiosamente la ultraderecha critica lo injusto de las difamaciones que se hicieron contra la España renacentista y sin embargo hay ocasiones en las que ellos mismos repiten los comportamientos de los peores enemigos de España.
El pasado día 22 de diciembre el concejal de Más Madrid Eduardo Fernández Rubiño sufrió el ultraje del concejal de Vox Javier Ortega Smith. Al ser reprobado, este último reclamó unas disculpas previas de Rubiño dándose por ofendido. A esta polémica ha seguido toda una campaña de intoxicación con la que difamar a Fernández Rubiño con asombroso parecido en la historia.
Los tumultos violentos de los que no se quiso responsabilizar Guillermo de Orange pusieron de manifiesto su enfrentamiento frontal a España.
Habríamos de remontarnos al año 1567 cuando el duque de Alba en representación del rey Felipe II pidió explicaciones a los nobles holandeses sobre los tumultos ocurridos el verano anterior en lo que se ha venido a llamar la Beeldenstorm.
Al igual que en el Pleno madrileño se pidieron explicaciones por los alborotos a Ortega Smith, el Tribunal de Tumultos del duque de Alba convocó a Wilhelm van Nassau, más conocido como Guillermo príncipe de Orange, uno de los nobles holandeses responsable de no haber mantenido el orden en los Países Bajos.
Obviamente, la ambición política de este aristócrata flamenco le hizo sopesar la rentabilidad de asumir responsabilidades o por el contrario comenzar una carrera como rebelde luchando contra el orden legítimo.
En este sentido, el 10 de abril de 1580 Guillermo de Orange ya había acumulado tal cantidad de delitos que se había convertido en enemigo público de España, como así lo acredita el edicto de proscripción que contra él levantó Felipe II.
Primera página del edicto de proscripción en el que se condena a Guillermo de Orange.
Por lo tanto, poca defensa tenía Guillermo de Orange a quien ya se le consideraba “enemigo de la raza humana”. La estrategia por parte del líder rebelde fue levantar todo tipo de calumnias contra sus perseguidores difundiendo bulos y noticias falsas contra España que comenzaron en ese mismo año con la publicación de la Apología del príncipe de d´Orange y continuaron con la edición de todo tipo de panfletos fraudulentos.
Se iniciaba así la llamada “Guerra de Papel”, una lucha mediática que dio origen a La Leyenda Negra en la que las batallas se libraban en las noticias falsas y los argumentos torticeros.
La más evidente desinformación la encontramos en la publicación de La Brevísima destrucción de las Indias, un manifiesto que poco o nada importó a los holandeses hasta que sirvió a sus intereses políticos contra España.
En ella, décadas atrás, fray Bartolomé de las Casas había denunciado los malos tratos a los indígenas americanos para que, como así se hizo, se tomasen cartas en el asunto desde el gobierno de Castilla. ¿Qué intereses suponía esto a los partidarios de Guillermo Orange? Sencilla y llanamente dilapidar la imagen del gobierno de Felipe II publicando ediciones ilustradas en las que con infinidad de mentiras se mostraba una imagen tan violenta como falsa de los españoles en los que hasta la ropa y armas eran incorrectas.
Entre las múltiples imágenes que creó grabador Theodor de Bry para difamar a España se incluian barbacoas de niños y todo tipo de canalladas rematadamente falsas.
Exactamente igual ocurrió en la red social X al día siguiente de la agresión a Rubiño. El usuario Jesús Álvarez situó falsamente a Rubiño en una imagen de un escrache sufrido por la expresidenta Cristina Cifuentes el 13 de julio de 2012. A la misma velocidad que entre los protestantes se difundieron las falsas imágenes de los españoles en América se difundió entre la ultra derecha la falsa imagen de Rubiño.
La red social X se ha convertido en el escenario perfecto para la difusión de nuevas leyendas negras como la de un falso Rubiño en un escrache a Cristina Cifuentes (Fuente: www.maldita.es)
Así las cosas, la indefendible situación del Taciturno (me refiero a Guillermo de Orange) se terminó disfrazando de una lucha por la libertad, en este caso religiosa, diciendo que todo nacía de la intolerancia española a hacia los protestantes, eso si, nunca se dejó de criticar hipócritamente a los españoles por haber sido benévolos con judíos y moriscos.