Pilar Clavería, conocida como ‘La Rona’, ha fallecido este sábado a los 77 años de edad de un infarto. Fue la primera mujer en España en presidir una asociación gitana y en la actualidad seguía ejerciendo su activismo y era la presidenta de la Federación de Asociaciones Gitanas de Aragón (FAGA). «Fue un personaje irrepetible», cuentan ahora desde la entidad, rotos de dolor.
‘La Rona’ nació el 25 de junio de 1946 en Moyuela (Zaragoza), aunque su familia era de Azuara. Su madre se puso de parto mientras ejercía el oficio de venta de caballos.
Tras dedicar su juventud al cuidado de su numerosa familia (es madre de diez hijos), Clavería decidió volcarse en la lucha por mejorar las condiciones de vida del pueblo gitano y para conseguir la integración social, a partir de dos pilares básicos: trabajo y vivienda dignos. ‘La Rona’ fue clave en la lucha de las familias que vivían en los 80 en el asentamiento chabolista de La Quinta Julieta, en Zaragoza. Nunca tuvo miedo de hacer llegar sus reivindicaciones a los políticos y las reacciones ante su repentino fallecimiento no se han hecho esperar.
Combatiendo contra el paro y la discriminación, ha intentado ofrecer nuevas alternativas a los jóvenes, para alejarlos de la droga y la marginación, mediante la colaboración con otras asociaciones, según consta en la web de la FAGA. Por otra parte, Clavería elaboró un programa de atención especial a la mujer gitana que incluye la creación de una asociación inscrita en el Instituto de la Mujer. Dicho plan se ocupa de dar formación a las mujeres gitanas así como de la creación de guarderías para favorecer su inserción en el mundo laboral. Otra de sus preocupaciones es la escolarización plena de los niños de su comunidad y el reconocimiento legal de las bodas celebradas por el rito gitano.
En la actualidad su mayor objetivo era que los jóvenes gitanos puedan alcanzar la formación necesaria para que tengan la misma oportunidad frente al mercado laboral que el resto de la sociedad.
Ya en la tercera edad siguió al frente de la Federación de Asociaciones Gitanas de Aragón (FAGA) y formaba parte del Consejo Estatal del Pueblo Gitano y de la junta directiva de la Federación de asociaciones de mujeres gitanas Kamira. «Lo que ella consiguió es história de nuestro país. Consiguió un hito entre payos y gitanos. Abrió camino a todas las demás», explican ahora desde la asociación.