No me queda más remedio que hablar de la Superliga, tan traída y llevada y que dejaba de lado a la inmensa mayoría de clubes europeos. Sin embargo, los primeros golpes que recibió el invento hicieron que la compañía que se hizo cargo del márquetin de la misma creara las divisiones Gold, Silver y Blue, para contentar a más clubes del continente. No son divisiones pacíficas, como veremos más adelante y el chiste fácil sería decir que la “división azul” tiene reminiscencias de la segunda guerra mundial, con lo sencillo que hubiera sido llamarla Bronce…