El presidente argentino, el ultraderechista Javier Milei, anunció este miércoles un decretazo de reforma del Estado y desregulación de la economía, mientras en las calles se produjo la primera manifestación de protesta contra su política socioeconómica.
El decreto es “de necesidad y urgencia” y contiene 366 artículos, que anulan y modifican miles de leyes vigentes hasta ahora. De esta forma, Milei ha esquivado al parlamento para que debata esas reformas y recién las enviaría una vez que llame a sesiones extraordinarias.
“He firmado el decreto que ataca el déficit fiscal y comienza la desregulación de la economía y que tiene por fin comenzar el desarrollo económico y devolver la libertad a los individuos”, afirmó el primer mandatario en su mensaje.
La norma empieza declarando la «emergencia pública» en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, sanitaria y social por los próximos dos años, más precisamente hasta el 31 de diciembre de 2025.
Entre los artículos más llamativos, figura la conversión de las empresas públicas en sociedades anónimas “para –dijo- su posterior privatización”. Y puso de ejemplo Aerolíneas Argentinas, que en los años 90 estuvo concesionada a Iberia primero y luego a Marsans.
También autoriza a los clubes de fútbol, actualmente asociaciones civiles sin fines de lucro, propiedad de los socios, a transformarse en sociedades anónimas “si así lo quisieran”. Es el proyecto del ex presidente y magnate Mauricio Macri, actual dirigente de la FIFA.
Deroga el presidente las leyes de alquileres; de abastecimiento y de acuerdo de precios, “para que el Estado –sostuvo- deje de meterse en los comercios”; de promoción industrial; de promoción comercial; de tierras (hasta ahora pone cupo a la compra por extranjeros).
Milei explicó que el decreto cambia “el régimen laboral para favorecer la creación de empleo genuino”. En esencia, quita la indemnización por despido injustificado, amplía los períodos de pruebas y pasantías, y reduce las cargas laborales a las patronales.
Anula leyes que regulan las empresas de medicina privada; “obras sociales”, sanidad de los sindicatos; empresas farmacéuticas; sector turístico; registros de automotores; aduana y exportaciones; control de fuego; producción de azúcar; minería.
Llegada de Elon Musk
Además, anunció la desregulación del Internet para que compañías extranjeras operen en Argentina. En ese sentido, mencionó sólo a Starlink. Esta empresa pertenece a Elon Musk, con quien Milei intercambió mensajes de simpatía mutua por la red X (ex Twitter) y promesas del magnate de visitarlo pronto en Buenos Aires.
“Dios bendiga a los argentinos y que las fuerzas del cielo nos acompañen”, finalizó el presidente, en la primera cadena nacional que difundió tras 10 días exactos de haber ingresado a la Casa Rosada de gobierno.
Apenas finalizada esa transmisión, en Buenos Aires y su cinturón urbano estallaron caceroladas de protesta. Diversos vídeos difundidos en las redes sociales mostraron a personas golpeando cacerolas en los balcones y otras tocando el claxon del coche.
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— Arrepentidos de Milei (@ArrepentidosLLA) December 21, 2023
Las protestas tuvieron lugar en los barrios de Constitución, San Cristóbal, Villa Crespo, Flores, Almagro, Caballito, Palermo, Belgrano, Boedo, Nuñez, Chacarita, San Telmo, Balvanera, Recoleta y Parque de los Patricios.
Por la tarde, antes del mensaje de Milei, unos 10.000 manifestantes de izquierdas, pertenecientes a la Unidad Piquetera, se movilizaron a la plaza de Mayo y lo hicieron «contra el ajuste económico» y «en defensa al derecho a la protesta».
La marcha de la gente por las calles y la concentración en el solar histórico fueron custodiadas por miles de policías y gendarmes, en cumplimiento de un novedoso “protocolo antipiquetes” dispuesto por el ministerio de Seguridad.
“El que corta (calles) no cobra (subsidio social)” ha sido la consigna oficial para desmotivar a los manifestantes a marchar. También hubo requisas en autobuses y altavoces con mensajes intimidantes en las estaciones de trenes para frenar la llegada de gente al centro.
El dirigente del Polo Obrero (PO), Eduardo Belliboni, uno de los que encabezaron la protesta, comentó que al escuchar los mensajes propalados por los altavoces “me sentí como si estuviera dentro de la novela 1984 de George Orwell, parecía que me hablaba el Gran Hermano”.
La ministro de Seguridad, Patricia Bullrich, autora del protocolo antipiquetes evaluó positivamente su estreno: “La mayoría de la gente no concurrió a la marcha, antes la media de asistencia era de 20.000 a 50.000 personas, y hoy el número ha sido totalmente reducido».
Casi no hubo incidentes en la protesta. Sólo dos manifestantes fueron detenidos “por agredir al personal policial”, según la ministro. Se trata de un hombre de 63 años y un joven de 25. Además, un agente de la policía resultó con heridas cortantes en un brazo.
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