Playa de Las Malvas, en la costa del municipio de Tinajo.

Turismo Lanzarote

Cuando llegan las vacaciones lo más que nos apetece es descansar y aparcar por unos días el ajetreo de las jornadas de trabajo. Muchas personas optan por la playa, el destino estrella para refrescarse de las altas temperaturas veraniegas y respirar en un ambiente con la brisa marina acariciándoles la cara.
Los lugares próximos al mar se convierten en los más multitudinarios durante el verano. Por eso, hay quienes huyen a toda costa de las aglomeraciones y buscan la tranquilidad, incluso en pleno agosto, alejados de las zonas con más ocupación. Sin embargo, en Lanzarote es posible encontrar playas tranquilas, casi desiertas en las que estar prácticamente solos frente al mar y en conexión plena con la naturaleza.




Playa de Las Malvas, en el municipio de Tinajo.

Turismo Lanzarote

Cuando llegan las vacaciones lo más que nos apetece es descansar y aparcar por unos días el ajetreo de las jornadas de trabajo. Muchas personas optan por la playa, el destino estrella para refrescarse de las altas temperaturas veraniegas y respirar en un ambiente con la brisa marina acariciándoles la cara.
Los lugares próximos al mar se convierten en los más multitudinarios durante el verano. Por eso, hay quienes huyen a toda costa de las aglomeraciones y buscan la tranquilidad, incluso en pleno agosto, alejados de las zonas con más ocupación. Sin embargo, en Lanzarote es posible encontrar playas tranquilas, casi desiertas en las que estar prácticamente solos frente al mar y en conexión plena con la naturaleza.




Playa de Las Malvas, en el municipio de Tinajo.

Ayuntamiento de Tinajo

Cuando llegan las vacaciones lo más que nos apetece es descansar y aparcar por unos días el ajetreo de las jornadas de trabajo. Muchas personas optan por la playa, el destino estrella para refrescarse de las altas temperaturas veraniegas y respirar en un ambiente con la brisa marina acariciándoles la cara.
Los lugares próximos al mar se convierten en los más multitudinarios durante el verano. Por eso, hay quienes huyen a toda costa de las aglomeraciones y buscan la tranquilidad, incluso en pleno agosto, alejados de las zonas con más ocupación. Sin embargo, en Lanzarote es posible encontrar playas tranquilas, casi desiertas en las que estar prácticamente solos frente al mar y en conexión plena con la naturaleza.




Vista de la Playa de Los Pocillos.

Andreas Weibel/Turismo Lanzarote

Cuando llegan las vacaciones lo más que nos apetece es descansar y aparcar por unos días el ajetreo de las jornadas de trabajo. Muchas personas optan por la playa, el destino estrella para refrescarse de las altas temperaturas veraniegas y respirar en un ambiente con la brisa marina acariciándoles la cara.
Los lugares próximos al mar se convierten en los más multitudinarios durante el verano. Por eso, hay quienes huyen a toda costa de las aglomeraciones y buscan la tranquilidad, incluso en pleno agosto, alejados de las zonas con más ocupación. Sin embargo, en Lanzarote es posible encontrar playas tranquilas, casi desiertas en las que estar prácticamente solos frente al mar y en conexión plena con la naturaleza.




Caleta del Mero, entre Jameos del Agua y Órzola, en el municipio de Haría.

Turismo de Canarias

Cuando llegan las vacaciones lo más que nos apetece es descansar y aparcar por unos días el ajetreo de las jornadas de trabajo. Muchas personas optan por la playa, el destino estrella para refrescarse de las altas temperaturas veraniegas y respirar en un ambiente con la brisa marina acariciándoles la cara.
Los lugares próximos al mar se convierten en los más multitudinarios durante el verano. Por eso, hay quienes huyen a toda costa de las aglomeraciones y buscan la tranquilidad, incluso en pleno agosto, alejados de las zonas con más ocupación. Sin embargo, en Lanzarote es posible encontrar playas tranquilas, casi desiertas en las que estar prácticamente solos frente al mar y en conexión plena con la naturaleza.




Caleta del Mero, entre Jameos del Agua y Órzola (Haría).

Turismo de Canarias

Cuando llegan las vacaciones lo más que nos apetece es descansar y aparcar por unos días el ajetreo de las jornadas de trabajo. Muchas personas optan por la playa, el destino estrella para refrescarse de las altas temperaturas veraniegas y respirar en un ambiente con la brisa marina acariciándoles la cara.
Los lugares próximos al mar se convierten en los más multitudinarios durante el verano. Por eso, hay quienes huyen a toda costa de las aglomeraciones y buscan la tranquilidad, incluso en pleno agosto, alejados de las zonas con más ocupación. Sin embargo, en Lanzarote es posible encontrar playas tranquilas, casi desiertas en las que estar prácticamente solos frente al mar y en conexión plena con la naturaleza.




Círculos de Simon Turner en la playa de La Cantería, en Órzola.

Simon Turner

Cuando llegan las vacaciones lo más que nos apetece es descansar y aparcar por unos días el ajetreo de las jornadas de trabajo. Muchas personas optan por la playa, el destino estrella para refrescarse de las altas temperaturas veraniegas y respirar en un ambiente con la brisa marina acariciándoles la cara.
Los lugares próximos al mar se convierten en los más multitudinarios durante el verano. Por eso, hay quienes huyen a toda costa de las aglomeraciones y buscan la tranquilidad, incluso en pleno agosto, alejados de las zonas con más ocupación. Sin embargo, en Lanzarote es posible encontrar playas tranquilas, casi desiertas en las que estar prácticamente solos frente al mar y en conexión plena con la naturaleza.