Un mínimo de doce países europeos ya aplican algún tipo de impuesto especial a la banca. Así lo recoge la Autoridad Bancaria Europea (más conocida como la EBA, por sus siglas en inglés) en su informe de evaluación de riesgos del sistema financiero del continente del pasado martes. Dicho documento incluye una muestra significativa de los Estados que tienen en vigor algún tipo de tributación particular para sus bancos. Además de España, la lista incluye a Suecia, Dinamarca, Holanda, Bélgica, Italia, Hungría, Austria, Rumania, República Checa, Polonia y Lituania. No recoge, además, a países como Irlanda, que para el año que viene ha anunciado un incremento del gravamen que cobra a las entidades que recibieron ayudas públicas en la anterior crisis financiera.
El informe del regulador comunitario presidido por el español José Manuel Campa destaca que la recaudación por impuestos bancarios en Europa se ha incrementado un 30% entre los meses de junio de 2022 y 2023. Por una parte, se debe al impacto positivo en la recaudación del impuesto de sociedades del aumento de los beneficios de las entidades propiciado por el alza de los tipos de interés (explica un 91% del incremento). Por otra, responde a la existencia de otros impuestos y gravámenes, «incluidos los impuestos sobre las ganancias extraordinarias, fijados en función de las grandes ganancias obtenidas por el sector».
En este sentido, y como también ha hecho el Banco Central Europeo (BCE), la EBA ha alertado a los países de que el aumento del nivel impositivo que soportan los bancos podría afectar a su rentabilidad. «Todas estas medidas deben evaluarse debidamente desde una perspectiva coste-beneficio. En particular, la introducción de estas nuevas medidas debería considerar si algunas características de los impuestos no implican una mayor incertidumbre para el sector bancario», ha advertido.
El impuesto español -en realidad una ‘prestación patrimonial de carácter público de naturaleza no tributaria’ para tratar de superar escollos legales- grava con un 4,8% los intereses y comisiones obtenidos en España de los bancos que en 2019 tuvieron unos ingresos por esas dos partidas iguales o superiores a los 800 millones de euros. En principio se iba a aplicar temporalmente sobre los resultados de 2022 y 2023 (y se pagaría en febrero y septiembre de 2023 y 2024, respectivamente), pero el PSOE y Sumar incluyeron en su acuerdo de Gobierno «readaptarlo y mantenerlo» -junto al de las energéticas- para que la banca siga «contribuyendo a la justicia fiscal y al sostenimiento del Estado de bienestar».
Choque Calviño-Díaz
Precisamente, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha asegurado este viernes en una entrevista en ‘Antena 3’ que «es el momento de revisar y ver si hay que ajustar algunos de los parámetros en el nuevo escenario en el que estamos, en el que ya no hay esa subida tan rápida de los tipos de interés». Así, el euríbor -el tipo de mercado que más impacta en los ingresos de la banca- está cayendo porque el mercado anticipa una rebaja de los tipos de referencia del Banco Central Europeo (BCE).
«Tenemos que ver si en esos dos impuestos hay que hacer algún ajuste o no. Siempre hemos dicho que íbamos a hacer el análisis de esos dos impuestos para ver, si hay que mantenerlos de cara al futuro, con qué parámetros de cara a que sigan teniendo el mismo impacto positivo desde el punto de vista de la recaudación y desde el punto de vista económico, teniendo en cuenta que las circunstancias han cambiado», ha asegurado Calviño.
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, le ha respondido en Bilbao. Aunque Calviño no ha hablado claramente de eliminarlo, la líder de Sumar ha expresado su rechazo a sus palabras. «Estoy en total desacuerdo y le diría a la señora Calviño que ‘pacta sunt servanda’ (lo pactado obliga) y que acabamos de firmar un acuerdo que dio la presidencia al señor Sánchez, en el que de manera clara, justamente en momentos de crisis de inflación sin precedentes, los que más tienen, más tienen que aportar. Los datos de beneficios antes de impuestos de las energéticas y las entidades financieras son absolutamente contundentes. Por tanto, más que nunca, deben aportar. Insisto, es un acuerdo entre el PSOE y Sumar que debe ser cumplido y respetado«, ha afirmado.
Cómo son los impuestos especiales a la banca en 12 países europeos
Suecia: impuesto especial para bancos con más de 15.000 millones de euros de activos, con una tasa de entre 5 y 6 puntos básicos sobre sus pasivos
Dinamarca: incremento en el tipo del impuesto de sociedades para los bancos hasta el 26%
Holanda: incremento del 30% en el impuesto especial a la banca y nuevo impuesto a la recompra de acciones para todas las empresas cotizadas
Bélgica: aumento de la contribución al Fondo de Garantía de Depósitos y eliminación de la deducibilidad fiscal
España: gravamen del 4,8% sobre el margen de intereses y las comisiones
Italia: impuesto del 40% sobre la diferencia del margen de intereses entre 2021 y 2023, sustituible por un incremento del capital por importe de dos veces y media lo que se hubiera abonado al Estado, siempre que no se utilice posteriormente para pagar dividendos
Hungría: impuesto del 0,21% del total de activos, salvo préstamos interbancarios y nuevo impuesto sobre el volumen de negocio (10% en 2022 y 8% en 2023)
Austria: impuesto del 0,029% sobre el patrimonio neto y los depósitos garantizados
Rumania: impuesto adicional del 1% sobre el volumen de negocios
República Checa: recargo fiscal del 60% sobre el exceso de beneficios
Polonia: 0,44% del activo, activos morosos, fondos propios y bonos del Tesoro
Lituania: impuesto del 60% sobre el margen de intereses que sea un 50% superior al promedio de los últimos cuatro años