Al fin llegó el gran día para Vladímir Putin, el momento de uno de los eventos más esperados por el oficialismo ruso: la rueda de prensa que ofrece anualmente el presidente de Rusia. Se trata de la primera cita en este formato que tiene lugar en el país desde que empezó el conflicto rusoucraniano en febrero de 2022, después de que el pasado año dicho evento fuera finalmente cancelado. Aparentemente crecido por los titubeos en EEUU y la UE a la hora de aprobar nuevos paquetes de ayuda financiera a Kiev, el mandatario sintetizó en una sola frase su completo rechazo a ceder un milímetro en sus objetivos originales y el rumbo a seguir para el país: «La tarea de desnazificación en Ucrania sigue siendo urgente».
En su intervención, Putin se regodeó en los problemas que está afrontando el país eslavo para lograr nuevas ayudas de sus principales aliados. «Hoy Ucrania no produce casi nada (de armamento). (…) Traen todo desde fuera, gratis. Pero esta ganga puede terminar algún día. Y aparentemente está terminando», aseguró Putin. El mandatario ruso agregó con satisfacción que la «gran contraofensiva ucraniana», sustentada en dicho armamento el verano pasado, «no logró nada», al tiempo que aprovechó la ocasión para señalar que las tropas rusas habían mejorado sus posiciones en «casi todas las líneas del frente».
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se topó esta semana con la negativa del Partido Republicano, que tiene el control de la Cámara baja de EEUU, a aprobar la petición de 61.000 millones de dólares para Kiev que el presidente, Joe Biden, había realizado al Congreso. Y los líderes de los Veintisiete debaten este jueves en Bruselas la asignación de 50.000 millones del presupuesto de la UE para seguir apoyando financieramente a Kiev, con la amenaza de veto de Hungría sobrevolando la reunión.
Lejos de las trincheras, hay otros problemas que requieren ser tratados por las autoridades rusas. Uno de los que más quita el sueño a los rusos es el fantasma de una nueva movilización, algo sobre lo que Putin dijo que «no hay tal necesidad». Recordó que después de la movilización parcial en septiembre de 2022, cuando fueron reclutados unos 300.000 combatientes, Rusia lanzó una campaña para atraer a militares por contrato y engrosó sus filas, según sus cifras, en casi 500.000 personas adicionales. De acuerdo con los datos que maneja el Gobierno, cada día se apuntan 1.500 voluntarios para combatir.
El frente económico
La economía es otro de los grandes temas que preocupan a los rusos y uno de los damnificados del conflicto rusoucraniano, que alimenta el músculo militar ruso. Aunque la inflación y la falta de importación de algunos productos fabricados en Occidente ha provocado la subida de precios en productos de consumo y la escasez de algunos bienes específicos, el dirigente sacó pecho de la solidez de la economía.
Putin destacó que para este año se espera un crecimiento del 3,5% del producto interior bruto (PIB) de Rusia. «Es buen indicador, se ha recuperado el retroceso del año pasado», dijo. Uno de los hechos más recientes que disgusta a los rusos es la subida de los precios de los huevos, que se ha duplicado en las últimas semanas y ejemplifica la inflación. Por ello, aprovechó la rueda de prensa para echarle de bronca públicamente a su ministro de Agricultura, Dmitri Pátrushev.
Una de las medidas que ha ayudado a que la economía rusa aguantara mejor el golpe fue el giro hacia Asia. Putin aseveró que dicho cambio «se produjo no por el hecho de que se haya agravado la situación en el vecino país». «No, empezamos estos asuntos hace mucho tiempo, el gasoducto Fuerza de Siberia (…), empezamos a construirlo antes».
Justificó dicha iniciativa porque el poder ruso habría visto «la tendencia en el desarrollo de la economía mundial: se crean nuevos centros de crecimiento económico, el principal consumidor surge allí, lo dirigimos allí, donde compran petróleo, gas y carbón». Justamente una de las iniciativas económicas con Europa, los gasoductos Nord Stream, sufrieron sabotajes a lo largo de 2022. El mandatario opinó, sin pruebas, que dichos ataques «lo más probable es que lo hicieran los estadounidenses o alguien a instancias suyas».
Preguntas sin respuesta
Aunque los ciudadanos que han podido dirigirse al líder ruso por videoconferencia han sido previamente seleccionados, por SMS se pudieron hacer llegar preguntas a la organización de la rueda de prensa, y algunos han aprovechado para enviar preguntas incómodas, en su mayoría criticando al Gobierno o a los medios estatales: «Señor presidente, ¿cuándo la Rusia de la vida real dejará de ser diferente de la que se muestra en la televisión?», «Dimos gas a China y a Europa, ¿cuándo habrá gas para Jakasia (región rusa en Siberia)?» e incluso un mensaje le pidió directamente a Putin que no se presente de nuevo a las elecciones.
Durante el evento, dichas preguntas aparecieron en algunas de las pantallas en el auditorio y muchas capturas de la emisión de la rueda de prensa han tenido recorrido en redes sociales y canales de Telegram, aunque el presidente ruso no respondió a ninguna de ellas.