Los colegios electorales de Egipto cerraron este martes después de acoger durante tres días las votaciones de las elecciones presidenciales. La participación en las dos primeras jornadas se situó en el 45%, según ha informado la Autoridad Nacional Electoral (ANE). A falta de conocer los datos definitivos, esta cifra es cuatro puntos superior a la de los anteriores comicios de 2018. La participación es uno de los temas de mayor interés, ya que los comicios son con toda probabilidad un mero un trámite para el presidente, Abdelfatá al Sisi, que ya lleva una década gobernando. Todos los analistas dan por hecho su victoria y que seguirá en el poder hasta 2030. Los resultados se conocerán previsiblemente el lunes de la próxima semana.
A diferencia de las últimas dos elecciones, en la que solo se presentaron dos candidatos, estos días los egipcios podían elegir entre cuatro opciones. Aunque los contrincantes de Al Sisi no son prácticamente conocidos: «He votado a Al Sisi, porque sí, no conozco a los otros. No los conocemos y debemos dar el voto a alguien conocido», dijo a la agencia Efe un votante frente a un colegio electoral del Cairo. Como él, hay muchos electores que no conocen a los otros tres candidatos. El país también se ha llenado de fotos de Al Sisi durante la campaña electoral, algo que no ha pasado con los otros candidatos, a los que muchos egipcios ni les ponen cara.
Las autoridades del país han insistido que se tratan de una participación «intensiva y sin precedentes«. Uno de los mayores temores del régimen era que poca gente se acercara a votar. En ninguno de los comicios celebrados en la última década han logrado movilizar a más del 46% del censo. En 2014 y 2019, Al Sisi ganó con prácticamente el 93% de los votos. Hossam, de 27 años, es uno de los que no ha participado: «No voy a votar porque estoy harto de este país. Cuando realicen una elección real, saldré a votar», declaró a Reuters. Este joven explicaba que su calidad de vida ha empeorado durante esta última década de mandato de Al Sisi
La guerra en Gaza
La crisis económica que golpea al país es uno de los temas que han marcado los comicios. La inflación ha llegado a prácticamente el 40% y la moneda local se ha desplomado. Además, las organizaciones en defensa de los derechos humanos hace años que alertan que las detenciones por motivos políticos o contra disidentes se han vuelto el pan de cada día en el país desde que Al Sisi tomó el poder, tras un golpe de Estado, en 2013.
Egipto sigue con inquietud el conflicto entre Hamás e Israel, que estalló el 7 de octubre a pocos kilómetros de su frontera. El paso de Rafah, que conecta la Franja de Gaza con el Sinaí egipcio, se ha convertido en el único punto por el que puede entrar la ayuda humanitaria y evacuar a los heridos. El Cairo ha manifestado en repetidas ocasiones que no va a aceptar una salida masiva de gazatíes hacia su territorio, algo que temen, tras la estrategia israelí de desplazar forzosamente a los palestinos hacia el sur de la Franja. En las calles, el conflicto ha monopolizado muchas de las conversaciones y se han repetido las muestras de apoyo a los palestinos y de condena a los incesantes bombardeos contra la Franja de Gaza.