Este domingo, el ultraderechista Javier Milei ha asumido la presidencia de Argentina en una ceremonia que tuvo lugar en la escalinata del Congreso en Buenos Aires. Su investidura no estuvo exenta de controversia y estuvo marcada por un discurso cargado de propuestas económicas drásticas y la promesa de poner fin a décadas de crisis política y económica en el país sudamericano.
A la jura han acudido las populares Esperanza Aguirre y Cayetana Álvarez de Toledo, que se suman a la polémica lista de invitados a la toma de posesión de Javier Milei como presidente de Argentina. A la ceremonia, que ha tenido lugar este domingo 10 de diciembre a las 11 de la mañana en el Congreso de la Nación también ha acudido el presidente de Vox, Santiago Abascal. Y es que el líder de extrema derecha también recibió invitación por parte del mandatario ultra para acudir al acto.
Estrecha relación
La relación entre Abascal y Milei es estrecha, como lo evidencia la participación del presidente argentino en la celebración de Vox en la Feria de Muestras de Madrid en octubre de 2022. En aquel evento, Milei compartió escenario con Abascal, consolidando así sus lazos políticos. Además, durante la campaña electoral argentina, Vox envió una delegación integrada por Jorge Martín Frías, director de la Fundación Disenso, y Eduardo Cader, del Foro Madrid, quienes estuvieron presentes para felicitar a Milei tras su victoria electoral.
Polémico discurso
El discurso de investidura de Milei estuvo marcado por la proclamación de «una nueva era en Argentina» y el compromiso de poner fin a «cien años de despilfarro de la clase política». Su visión incluye la construcción de un «nuevo contrato social» donde el Estado no dirija la vida de los ciudadanos, sino que vele por sus derechos.
El enfoque principal del discurso fue la crítica al kirchnerismo y sus políticas macroeconómicas, destacando un preocupante déficit público del 17 por ciento del PIB. Milei expresó su preocupación por la herencia recibida, incluida una inflación que oscila entre el 20 y el 40 por ciento mensual, describiéndola como una «hiperinflación» dejada por el gobierno saliente.
La solución propuesta por Milei implica un ajuste fiscal en el sector público nacional del 5 por ciento del PIB, con énfasis en que recaerá principalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado. Además, abogó por un combate decidido contra la inflación, descartando cualquier posibilidad de gradualismo y subrayando que el ajuste será inevitable.
Aunque reconoció que «de corto plazo la situación empeorará», Milei explicó que este enfoque impactará negativamente en el nivel de actividad, empleo, salarios reales y la cantidad de personas en situación de pobreza e indigencia. No obstante, resaltó que este período difícil sentará las bases para cambiar el sistema y construir un país más sólido.