El investigador de Paradela Daniel Abella López, asociado al Centro de Química Biológica y Materiales Moleculares (CiQUS) de la Universidad de Santiago (USC); el lucense Adrián López Teijeiro –también del CiQUS– y Alejandro Failde Fiestras, silledense vinculado al Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS), han diseñado un test para detectar la celiaquía en solo 20 minutos. Su proyecto NBusCeliac Rapid Test alcanzó el primer puesto en el Encuentro Internacional de Jóvenes Emprendedores (EIJE 2023) y ahora buscan financiación para poder materializarlo.
“Esta idea surge como un trabajo de clase durante la carrera”, explica Daniel Abella. “Los tres integrantes del proyecto estudiamos Biotecnología y en una asignatura tuvimos esta idea, presentamos el trabajo y tuvo muy buena acogida”, destaca. Este año, con los tres integrantes del proyecto realizando un máster, descubrieron que “desde la universidad ofertaban participar en un encuentro de jóvenes emprendedores a nivel internacional y decidimos presentar esta idea que habíamos tenido en clase”, sostiene Abella: “Nos parecía una idea interesante que resolvía un problema actual”. Consiguieron el primer premio en EIJE 2023, en Viseu, gracias a lo que “la universidad se puso en contacto con nosotros y, a través de ella, entramos en un servicio de asesoría empresarial” para poder llevar adelante el proyecto.
Se realizaría con una muestra de sangre capilar, como las de la medición de glucosa
En el punto en el que se encuentran no descartan buscar financiación externa o montar una empresa por su cuenta. “Estamos en vías de proteger intelectualmente, bien sea a través de una licencia o una patente, esta invención y nos planteamos las dos vías: o bien montar una empresa o contactar con alguna empresa interesada y poder licenciar el producto y que sea la empresa la que lo desarrolle”, expone.
El proyecto se basa en un test que podría detectar la celiaquía en 20 minutos. “Dado que el diagnóstico de la celiaquía actualmente es bastante complejo y en adultos la gran mayoría de casos, por no decir en todos, la confirmación pasa por una biopsia, que es una prueba invasiva y costosa, la idea es agilizar ese diagnóstico”, explica el investigador. “Aunque ya existe algún que otro test rápido que busca también esto, ninguno ha tenido éxito debido a su baja fiabilidad, ya que la mayoría de los que existen se limitan a detectar determinados anticuerpos que se producen en esta enfermedad”. Pero su idea es “ir un poco más allá”: “Se trata de un test doble, en el que detectaríamos estos anticuerpos, y donde hemos hecho una selección para evitar falsos negativos; y lo que aportamos también novedoso es detectar a mayores y cuantificar un biomarcador de daño intestinal que nos permita evitar esa biopsia”, prosigue. De este modo, el test, además de detectar la enfermedad también permitiría “cuantificar qué daño tiene el paciente”.
“A través de un test similar a los que se comercializaron para detectar el COVID y la gripe”, los investigadores incluirían a mayores, en la parte de cuantificación, “un chip microfluídico que iría integrado en el sistema”. La muestra, en este caso, sería de sangre capilar, extraída de un dedo, como la extracción que se realiza para una prueba de glucosa.
Sería una prueba que se podría hacer en casa, en farmacias o en la consulta del médico, pero en poco tiempo. “Lo único complicado del test sería luego la interpretación, porque sería sencilla, como la del coronavirus, aunque la parte de cuantificación igual requiere que un profesional esté en ese momento para poder interpretar los resultados”. Lo bueno es que “no requeriría equipos, ni laboratorios, se podría hacer in situ”.
“Los tres integrantes del proyecto estudiamos Biotecnología y en una asignatura tuvimos esta idea, presentamos el trabajo y tuvo muy buena acogida”. Daniel Abella López- Investigador
“Se estima que actualmente hay entre un 70 y un 90% de personas que padecen esta enfermedad y que no están todavía diagnosticadas”, subraya. Se trata de una enfermedad autoinmune crónica cuya prevalencia en España se sitúa entre el 1 y el 2%, de ahí la importancia de este test para agilizar su detección y su tratamiento.
La idea surgió casi por casualidad, por curiosidad. Ninguno tiene antecedentes familiares ni padece la enfermedad, pero cuando se planteó el trabajo de clase el trabajo de investigación les llevó a detectar “un problema en el diagnóstico” de la celiaquía: “El diagnóstico actual es problemático, en el sentido que se alarga en el tiempo. El paciente va pasando por diferentes expertos y al final, hasta que consigue el diagnóstico, tiene someterse, en la mayoría de los casos a pruebas invasivas y costosas”.
El siguiente paso será “conseguir un primer prototipo funcional” y siguen con la fase de desarrollo e investigación. “Creímos importante reunirnos con la Asociación de Celíacos de Galicia y con diferentes médicos expertos en este área, tanto en pediatría como de atención a adultos, para presentarles el proyecto y nos dieran su opinión, por lo que hemos incorporado alguna idea que ha surgido tras estas reuniones”.
Este proyecto abre también otras posibles vías de actuación. “Hemos visto que el aspecto de cuantificación que proponemos podría extenderse a otras enfermedades inflamatorias para su seguimiento, no solo para su diagnóstico, sino también para el seguimiento del paciente, ya no solo celíaco, sino de otras enfermedades que causan inflamación intestinal, como la enfermedad de Crohn, por ejemplo”.