Es cierto que el verde oscuro de las agujas de los árboles de Navidad combina de forma muy bella con los habituales tonos rojos de los adornos propios de la decoración navideña. Sin embargo, ahora que cada vez está más de moda añadir nuevos elementos a los más tradicionales, se abre un abanico de opciones para que cada uno desarrolle su gusto y empape su salón de espíritu navideño de formas menos vistas.

A pesar de que, hasta hace relativamente poco, la mayoría de hogares optaba por colocar el abeto, un belén y quizá una tira de luces de colores, se va haciendo más habitual entrar más a fondo en un estilo decorativo que pertenece a la tradición de los países del norte, donde la presencia de la nieve hacía que fuese más fácil sentir la Navidad cada vez que alguien se asomaba a la ventana. Así, algunas familias recargan sus viviendas con todo tipo de adornos: coronas o figuras en la puerta, espumillón, renos, papás noel, muñecos de nieve o copos blancos ocupan cada estante y cada rincón.

Sin embargo, todo este festival de decoración no cambia un hecho inmutable: el árbol de Navidad siempre será el centro de la fiesta. El abeto atrae todas las miradas en el salón y es la encarnación del ambiente de las fiestas. Y eso es especialmente evidente en las familias a las que visita Papá Noel cada año. La estampa del árbol completamente decorado y con un montón de regalos a sus pies se clava profundamente en la mente de los más pequeños y deja una imagen encantadora para los mayores.

Así que, si quieres que tu abeto sea capaz de resaltar entre los que llenan cada casa del país, te traemos algunas propuestas para que lo ‘vistas’ de forma original sin renunciar al buen gusto y a un salón elegante.

Tonos dorados

Un árbol decorado en tonos dorados. Shutterstock


Nadie niega que el dorado es un clásico navideño, pero es raro ver una decoración que se base exclusivamente en ese color. Y si bien es cierto que puede quedar un poco recargado, jugar con los espacios es la clave. ¿Por qué no concentrar todos los dorados exclusivamente en el abeto? De esa manera destacará por encima del resto y brillará con luz propia.

Un árbol nevado

Un árbol de Navidad con nieve artificial. Shutterstock


Cada vez es más habitual encontrar abetos decorados con nieve artificial. Y el efecto es muy bonito gracias al contraste con la calidez de la estancia en la que esté ubicado. Por eso, si tienes la suerte de tener una chimenea, ni te lo pienses: esta es tu opción.

Tonos fríos, ¿por qué no?

Un árbol decorado en tonos azules. Shutterstock


No es lo más habitual, pero el resultado es precioso. Y muy original. Elegir adornos para el árbol en tonos blancos y azules puede hacer que el salón se traslade directamente a la fría Laponia.