El acto institucional en Elche para conmemorar este miércoles el 45 aniversario de la Constitución se desarrollaba con normalidad, en un tono esperadamente reivindicativo por el trasfondo de la amnistía (pero sin mencionarla), y en medio de una gran emotividad, gracias a dos de los discursos de los cinco protagonistas y entes galardonados en este acto que desde las 11.20 horas se celebraba en el Gran Teatro. Todo iba fenomenal hasta que justo en el último minuto, cuando el alcalde, Pablo Ruz, se disponía a despedir el evento, uno de los maceros se desplomaba en el escenario ante la estupefacción de todos. Los maceros son funcionarios que acompañan a la comitiva, van ataviados con una vestimenta púrpura y con el escudo de la ciudad en el pecho. Además, portan una maza muy característica, de ahí lo del nombre de maceros.

Autoridades y personal municipal, interesándose por el hombre Antonio Amorós


Pues bien, uno de los dos maceros, ubicados en los extremos del escenario del Gran Teatro y situados al borde del mismo, sufrió un desvanecimiento y cayó, por fortuna, dentro del escenario. Por fortuna, porque si se llega a precipitar hacia adelante se hubiera caído al piso del patio de butacas y probablemente se hubiera golpeado también sobre algún músico puesto que la Banda Sinfónica de Elche estaba ocupando el espacio previo al inicio de las filas de asientos.

Personal sanitario

De inmediato, la concejala de Cultura, Irene Ruiz, la más próxima al macero, acudió a socorrer al hombre, seguida de muchos de los presentes en el escenario, entre ellos la edil de Mayores, Aurora Rodil, médico de profesión. El alcalde y personal municipal también se aproximaron, así como las ediles María Bonmatí e Inma Mora, de profesión enfermeras, y una médico, todas ellas entre el público, que también subieron al escenario, entre otras personas que querían ayudar.

El macero, al poco tiempo y ya con las piernas en alto sujetadas por algunos de los presentes y recibiendo aire con un abanico, volvió en sí, todo ello en un ambiente de cierta preocupación en la platea.

Interrupción

Al caer el macero justo en la posición en que se puede cerrar la guillotina del teatro, esta no se podía bajar, por lo que hubo que esperar unos minutos hasta que el propio hombre retrocedió unos metros y se pudo bajar el telón. Pero mientras tanto, con el acto interrumpido, todos los presentes, asistieron a cómo recuperaban al desvanecido.

Escena vivida en el Gran Teatro durante el acto de la Constitución Antonio Amorós


Poco después, se volvía a subir el telón y el propio alcalde tranquilizaba a los presentes al señalar que el funcionario ya se encontraba mejor, al tiempo que aprovechaba para cerrar el acto exclamando vía España, el rey y la Constitución.