La tía de los Eren está cegada por el dinero y tras ganar miles de liras invirtiendo en el negocio del aceite, decide ¡vender su casa para seguir invirtiendo!
La casa, incluido el gallinero, se vende de una manera muy rápida…sin saber que todo se trata de una trampa de Ayla y que ella en realidad es… ¡quien le ha comprado la casa!
La tía de los Eren se cree que, con el dinero de la casa, ahora habrá ganado el doble invirtiendo y, por tanto… ¡es rica! Reúne a toda la familia para contarles la gran noticia.
Pero nada más lejos de la realidad. Sengül se da cuenta que la han estafado y que lo ha perdido todo. De repente llaman a la puerta y se presenta Ayla para…¡echarlos a todos!
“Fuera todo el mundo. Esta ahora es mi casa”, le dice Ayla sin ningún tipo de compasión y les dice que tanto la casa como el gallinero ahora es de su propiedad. ¿Qué pasará ahora con los Eren?, ¿a dónde irán ahora que se han quedado en la calle?