A sus 68 años y tras una larga trayectoria al mando de helicópteros militares y aviones comerciales, cualquiera diría que Jean-Marie Bensa ya lo había vivido todo como piloto. Pero no. Sus manos fueron las que este viernes maniobraron el helicóptero privado que se estrelló sobre una mediana de la M-40. Un «aterrizaje forzoso» sin víctimas mortales. Un accidente que, sin la «pericia» del experimentado piloto, habría terminado en una «tragedia mucho mayor».
El siniestro sucedió pasadas las 10 horas sobre un tramo de la autovía de circunvalación próximo a Ifema. El aparato, del modelo Enstrom 280FX Shark con matrícula F-HPUX, llevaba pocos minutos en el aire. Había despegado desde el recinto ferial tras participar en el evento European Rotors, y se dirigía a Cuatro Vientos. Por causas que todavía se investigan, el vehículo aéreo cayó sobre la mediana de la carretera.
Los dos tripulantes, Jean-Marie Bensa y su compañero Bernard, y el conductor de un turismo sufrieron heridas leves. Un testigo vio como el helicóptero «intentaba maniobrar» para no impactar en la carretera. Y el propio alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, confirmó esta versión cuando celebró la «pericia» del piloto. «Prácticamente no ha afectado a los miles de vehículos que a esas horas transitan por esa zona tan concurrida», apuntó.
Los dos ocupantes forman parte de Occitanie Hélicoptère, una organización gala dedicada al alquiler de helicópteros y a la formación de pilotos. En su página web niegan ser una compañía comercial y se definen como un grupo de «entusiastas» que ven el helicóptero como una «forma de vida» y no como un fin económico.
Tras el accidente aéreo, Occitanie Hélicoptère publicó en su cuenta de Facebook que dos de los suyos se habían «salvado milagrosamente». «Están vivos. Nos enteramos por las noticias… Es aterrador…».
Según confirma un amigo del veterano piloto a Madrid Total, Jean-Marie Bensa, de 68 años, formó parte del Ejército francés. «Tiene 32.000 horas de vuelo en su haber y el tipo de misiones que pudo llevar a cabo son, en efecto, misiones que nosotros, sus amigos, no conocemos«. En la página web de Occitanie Hélicoptère se limitan a decir que fue capitán de helicóptero en operaciones ‘offshore’ en la zona del Mediterráneo y el Atlántico Sur.
Tras su paso por las Fuerzas Armadas galas, Jean-Marie trabajó como piloto de líneas aéreas de largo recorrido. También ha ejercido como instructor de avión y de helicóptero y como examinador de este último medio de transporte, siempre según la descripción de la citada página web y de la versión de su entorno.
«Toda la familia es muy culta y apasionada de la aeronáutica», señalan. Además de ser «oficiales del Ejército francés», han cursado «estudios en aeronáutica». La página web donde se rinde homenaje a la historia de la ALAT (la Fuerza Aeromóvil del Ejército de Tierra francés) sitúa a Bensa como capitán al mando de la escuadrilla aérea del Ejército francés destinada en Yibuti entre 1983 y 1984.
La idea de Jean-Marie y de Bernard era volar de Madrid a Zaragoza para después regresar a Toulouse. Sus planes quedaron truncados por un fatal accidente que, sin embargo, acabó con las tres víctimas a salvo. Jean-Marie salió por su propio pie del helicóptero siniestrado y sólo sufrió un traumatismo craneoencefálico leve. Bernard, que presenta una posible fractura de fémur, sí necesitó la ayuda de los bomberos.
El conductor del turismo, por otro lado, sufrió cortes muy leves por la rotura de cristales como consecuencia del impacto.
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