A sus 77 años, Pau Figueroa rebosa energía y vitalidad, incluso a través del teléfono. Este vecino de Palma ha sido premiado por el Ayuntamiento como el usuario más longevo de su servicio BiciPalma. «Me han premiado como el más joven de espíritu», bromeaba Figueroa.
Este fuster ya jubilado empezó a hacer senderismo con sus compañeros del equipo de baloncesto de su juventud (con el que ganó el campeonato nacional juvenil en 1964) al cumplir 65 años y retirarse de su profesión, y desde hace dos años lleva haciendo uso del servicio gestionado por el SMAP.
«Intento que todo lo que me guste sean cosas sanas», explicaba Figueroa, quien pese a contar con algunos problemas de espalda, utiliza la bicicleta cada día para ir a ver el mar a primera hora de la mañana.
«Los autobuses van llenos, cada día salgo de casa porque soy un culo inquieto, y creo que la bicicleta es una herramienta muy práctica», argumentaba.
Entre risas comentaba que para utilizar este servicio uno debe ser previsor, porque en el momento de aparcar la bicicleta, es posible que no haya huecos para dejarla. Entonces, lamenta el premiado, «ja has rebut».
Pese a las dificultades que suelen envolver la relación entre los mayores y las nuevas tecnologías, Figueroa demostraba una gran soltura al explicar cómo utilizar la aplicación de BiciPalma: «Solo tienes que bajarte la aplicación y usar el código QR y no hay ningún problema». Sin embargo, reconoce haber tenido alguna dificultad al principio ya que «no apretaba bien los botones».
Confesó que en casa tenía una bicicleta en propiedad, pero hasta en dos ocasiones se la robaron al dejarla atada a una farola. Ahora, con las bicicletas municipales, se siente más seguro pese a que «al final también tienes que hacerte cargo de ellas».
El uso que Figueroa hace de este servicio es muy común, ya que realiza trayectos cortos entre su casa y puntos cercanos como podrían ser la Estación Intermodal o el Portitxol. «Siempre y cuando no llueva», puntualizaba.
«Entre los jóvenes, uno se compra un coche, el otro también, y al final lo utilizan para todo. Ese es el problema, porque con la bicicleta es mucho más sencillo aparcar y todo. No hay manera», relataba en referencia a las nuevas generaciones.
Figueroa, en definitiva, resulta ser un gran ejemplo de practicidad y voluntad, que demuestra que nunca es tarde para adaptarse a los nuevos tiempos.