Las personas mayores son las más vulnerables por su falta de experiencia con dispositivos digitales e internet, lo que las convierte en un blanco fácil para las estafas, como vimos en ‘Y ahora Sonsoles’ en un pueblo en el que no tenían sucursal bancaria, sino solo un cajero móvil.
Sin embargo, personas como José Miguel buscan plantarle cara a los ciberdelincuentes y le ha hecho una propuesta a su banco. A sus 76 años, está buscando soluciones para proteger sus ahorros de posibles timos y estafas.
Lo que sugiere es una cuenta corriente que sea presencial, algo similar, como él mismo dice, a las antiguas cuentas de ahorro a plazo fijo, pero con una diferencia.
Lo que José Miguel quiere es que solo acudiendo físicamente a la sucursal se pueda acceder a esa cuenta. «Si alguien tiene depositados 20 mil euros, podría poner la mitad a salvo de timos», ha dicho.
Aunque, eso sí, la cosa cambia a la hora de realizar ingresos, ya que estos sí se pueden hacer en modo online. Esto lo hace por miedo a perder el dinero de toda una vida ante el desconocimiento digital.
Con esta iniciativa José Miguel busca, por tanto, proteger el dinero de quienes disfrutan de un descanso más que merecido tras años de sacrificio.