Balconing, perreo, crack, chundachunda, machirulo, big data, sinhogarismo, cookie, videoarbitraje, banner, braket, posturear, pixelar, huella de carbono, supervillano, alien, gourmet… son algunas de las palabras que ya aparecen en el Diccionario de la Lengua Española (DLE) y ya se podrán escribir sin cursivas ni comillas, con absoluta normalidad. Por primera vez en 300 años, además, aparecen también sinónimos y antónimos.
Esto es gracias a la actualización 23.7 del diccionario que ha hecho la Real Academia Española (RAE), que fue presentada ayer y que incorpora la elevada cifra de 4.381 novedades entre incorporaciones, variaciones o supresiones. Muchas de ellas son las nuevas voces ya comentadas —generalmente antiguos extranjerismos, neologismos o voces que ponen nombre a nuevas tendencias sociales, costumbres y cuestiones de diversidad—, pero también hay expresiones relacionadas con el cambio climático y el ecologismo, como descarbonizar o huella de carbono. Asimismo, en otros casos, se ha ampliado el significado, como con ‘tóxico’, incluyendo también esta actitud para las personas—; o en ‘facultativo’ que ya incluye a más profesionales sanitarios (como los odontólogos), además de a los médicos. ‘Matriarcaco’ y ‘patriarcado’ también han actualizado sus acepciones.
El proceso para estos cambios es largo —puede durar hasta dos años— pero siempre va marcado por la realidad y el uso de las palabras por los hispoanohablantes.