Siguiendo casi al milímetro el guion previsto, el pleno ordinario del Ayuntamiento de Madrid celebrado este martes ha vuelto a convertir la política nacional en el eje principal de todos los debates. Con la ley de amnistía como monotema omnipresente y recurrentes alusiones a las declaraciones de Pedro Sánchez sobre el conflicto entre Israel y Palestina, los distintos grupos municipales han escenificado una y otra vez el choque entre el bloque de la derecha y el Gobierno de Pedro Sánchez y sus socios. Madrid y los problemas de sus ciudadanos han quedado, como empieza a ser habitual en la presente legislatura, relegados a un segundo plano.

El resultado ha sido una sesión bronca, con un continuo intercambio de reproches y el debate sobre la amnistía permeando casi todas las intervenciones. El alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida, ha empezado fuerte, afeando primero a Rita Maestre, la portavoz de Más Madrid, por su ausencia por estar en la Feria del Libro de Guadalajara. Seguidamente, en su respuesta a la portavoz socialista, Reyes Maroto, ha elevado varios octavas el tono del debate al referirse a Hamás como «el nuevo mejor amigo de Sánchez», mientras mostraba una fotografía en la que se podía ver a miembros del grupo terrorista palestino.

El regidor popular ha rubricado así su habitual retahíla en contra de los pactos del Gobierno de Sánchez con «terroristas, golpistas y corruptos», y respondido a la pregunta de Maroto sobre qué pretende hacer el Gobierno municipal ante los «actos violentos» frente a la sede socialista de Ferraz. Con este gesto, primera performance de la jornada, Almeida ha marcado el tono general del resto del pleno.

Fracaso de las propuestas de corte nacional

Si bien la ley de amnistía, los pactos del Gobierno, la condonación de deuda a Cataluña, las concentraciones frente a Ferraz y el conflicto en Gaza han copado gran parte del pleno de noviembre, ninguna de las propuestas relacionadas con estos temas han terminado saliendo adelante. En primer lugar, Vox no ha conseguido que Cibeles repruebe al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya que el PP se ha abstenido por no compartir gran parte de la propuesta defendida por el grupo liderado por Javier Ortega Smith.

Los populares también se han abstenido en la proposición de Vox para pedir el cese del delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín. El grupo pedía su cese o dimisión por la “grave e inaceptable utilización de la Policía Nacional de una forma partidista» al ordenar las cargas en Ferraz el 6 de noviembre. “Defendemos la actuación policial, no defendemos, en ningún caso, al delegado del Gobierno. Y precisamente porque esta proposición lo confunde, nos vamos a abstener”, ha replicado el portavoz del grupo municipal del PP, Carlos Izquierdo.

Finalmente, el PP ha tirado abajo también la propuesta impulsada por los socialistas para reprobar a Ortega Smith por su actitud ante la policía en las concentraciones en Ferraz. Los populares se han servido de su mayoría absoluta para rechazar la urgencia de moción de censura registrada por PSOE-M, evitando así que fuera debatida, a pesar de que el propio Ortega Smith sí había votado a favor.

Cambios de vestuario, «gallinas ponedoras» y otras ocurrencias

Reyes Maroto, a quien Almeida ha acusado de haber «traído la crispación a Cibeles» y de elevar «el nivel de bronca”, ha sido una de las grandes protagonistas de la jornada. La portavoz socialista ha intervenido un total de cinco veces, acaparando los focos en varias de ellas por su elección de atrezzo: una camiseta con la cara de Pedro Zerolo, una rosa roja y la bandera arcoíris, para hablar de las leyes LGTBI modificadas por la Comunidad de Madrid; y una sudadera con un lazo rojo y un emoticono sonriente, para visibilizar el VIH.

Ortega Smith ha sido otro de los nombres propias de la sesión. Entre otras ocurrencias, el portavoz de Vox se ha referido en múltiples ocasiones al grupo líder de la oposición como «Hamás Madrid»; ha calificado al PP como “gallinas ponedoras” por abstenerse de la reprobación a Sánchez – a lo que Almeida ha respondido rechazando las «infantilidades» de Smith y asegurando que Vox “es el mejor aliado” de Sánchez-, y ha afirmado que el PSOE ha cambiado el significado de sus siglas por «el Partido de Sánchez, Otegi y Esquerra». Todo ello jalonado con frecuentes menciones a la ruptura de España, al fin de la igualdad entre los españoles y al golpe de Estado perpetrado por el «dictadorzuelo» de Sánchez.

Los concejales y ediles de Más Madrid, por su parte, han introducido o terminado cada una de sus intervenciones en el pleno cifrando el número de muertes palestinas provocadas por los bombardeos de Israel. A la vista de la sucesión de exabruptos y gestos de cara a la galería, el portavoz adjunto de Más Madrid, Eduardo Fernández Rubiño, ha acabado diciendo que Cibeles se ha convertido en un “circo”.

Acuerdos puntuales y un minuto de silencio contra la violencia machista

En medio de tanta gresca y ‘nacionalización’ de la política madrileña, los distintos grupos han conseguido ponerse de acuerdo en unos pocos asuntos. El primero de ellos, la decisión de nombrar a Joaquín Sorolla como Hijo Adoptivo de la ciudad a título póstumo, que ha sido aprobada por unanimidad en el año que se conmemora el centenario de la muerte delñ genial pintor valenciano en su casa de Madrid, el actual Museo Sorolla.

Por unanimidad también se ha ratificado el rechazo de la cámara al intento de asesinato de Alejo Vidal-Quadras, antiguo dirigente del PP y uno de los fundadores de Vox. El PP, Más Madrid y el PSOE han apoyado esta propuesta de la formación de ultraderecha, a pesar de la hostilidad general latente en Cibeles.

Por último, esta vez sin el apoyo de los verdes, el resto de formaciones ha guardado un minuto de silencio en rechazo de las dos últimas víctimas de violencia machista de la ciudad. El alcalde, acompañado de varios miembros de su Gobierno y de las demás fuerzas municipales, ha presidido esta mañana un minuto de silencio en la plaza de Cibeles para mostrar la y condena por el asesinato de dos mujeres y una niña el pasado fin de semana. Tras el mismo, el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, ha avanzado a la prensa que la Delegación y el Ayuntamiento se reunirán la próxima semana para negociar la renovación del convenio VioGén entre ambas administraciones, caducado desde 2018.

Un estreno y una expulsión

El pleno de este martes, más corto de lo habitual por el reducido número de propuestas, ha dado tiempo también para dos anécdotas opuestas. Por un lado, ha sido el primero en el que ha intervenido la concejala del PSOE-M María Caso, la sustituta de Daniel Viondi, expulsado el pasado septiembre por agredir a Almeida en la sesión de apertura de la legislatura. Tras jurar su cargo la semana pasado, María Caso se ha convertido hoy, a sus 25 años, en la concejala más joven de Cibeles.

Por otro lado, el Palacio de Cibeles ha vivido también, en los últimos momentos de la jornada, una expulsión. El presidente del pleno, Francisco de Borja Fanjul, ha tenido que expulsar a una vecina de Usera, que se encontraba en la zona de invitados del hemiciclo, por realizar un “corte de mangas” a los miembros de Vox, tal y como han denunciado los ediles del grupo.