Son miles las personas que se manifiestan en Madrid este 25-N, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. La primera marcha por el centro de la ciudad, convocada por el Foro de Madrid y el Consejo de las Mujeres, partía la primera, a las 12 del mediodía. En ella estaba la nueva ministra de Igualdad, Ana Redondo, acompañada por otros miembros del partido, como la presidenta del Congreso, Francina Armengol; las ministras Pilar Alegría y Reyes Maroto; el ministro Fernando Grande-Marlaska; la secretaria de Igualdad, Andrea Fernández; o la presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso, Carmen Calvo. Ha sido esta, y no la convocada por la Comisión 8M, la escogida para marchar por los socialistas.
«Da lo mismo dónde nos manifestemos», ha recalcado la ministra de Igualdad ante los medios de comunicación, asegurando que «todas las personas son imprescindibles» en esta lucha y apelando «a la unidad». «Yo lo comparo con una gran orquesta: hay distintos tonos, distintos instrumentos, distintas sensibilidades… pero lo importante es que esta melodía feminista, y en contra de todos los tipos de violencia hacia las mujeres, se oiga alto y claro como la banda sonora de una sociedad democrática».
«Somos un país y una sociedad profundamente feminista, con un gobierno feminista. Hay que luchar contra quienes quieren devolvernos a la caverna o justifican las violencias contra las mujeres. Ante eso ni un paso atrás», ha proseguido Redondo, que ha recibido aplausos y también ha sido increpada, en la distancia, por alguna mujer. «¡Montero tenía razón!», le gritaba una mientras caminaba tras la pancarta de ‘Mujeres libres e iguales’.
2.000 personas
Bajo el lema Contra la violencia contra las mujeres, unidad ciudadana y respuesta institucional, la marcha partió a las 12 de la mañana de Gran Vía y terminó cerca de las dos de la tarde en Plaza de España. Estaba la cabecera, el bloque de UGT y CCOO, y las marchantes que portaban pancartas que pedían la abolición de la prostitución o gritaban que hay que «abolir la pornografía» por considerar que «es una escuela de la desigualdad del sexismo y de la violencia» que no puede arreglar la educación.
Así lo describe Ángeles Álvarez, ex diputada del PSOE y una de las organizadoras, que ve normal que los socialistas hayan marchado con ellas. «Han venido todos los años. No estamos ni contentos, ni no contentos», ha afirmado.
Entre medias han caminado 93 mujeres vestidas con túnicas y caretas blancas, el mismo número de «mujeres asesinadas en lo que va de año». Cada una de ellas portaba un cartel con el nombre, la edad y el origen de esas mujeres. Una de esas participantes, Ana Juez, ha explicado a El Periódico de España, del Grupo Prensa Ibérica, que vienen de varios puntos de Madrid. Se han organizado a través de grupos de WhatsApp porque querían que todas estas víctimas «estuvieran presentes», para que «no se normalice esta situación».
En el recorrido ha habido batucada y personas que se unían para manifestarse contra las violencias. En total eran unas 2.000, según la Delegación del Gobierno, entre las que se encontraban Carmen Puig. «Vengo a cada manifestación que hay en defensa de las mujeres desde hace años», ha señalado, mostrándose preocupada por el repunte de las cifras de asesinatos.
También han estado Elvira, Pepi y María Jesús, tres mujeres que cada día 25 de mes se concentran en la Plaza del Sol para pedir el fin de las violencias hacia las mujeres. Llevan años viniendo a esta. Apuntan que una de las cuestiones que más les preocupa es que cada vez la edad de los agresores sea más baja, o el negacionismo de las violencias machistas. Lamentan que, para acabar con todo esto, no haya una única marcha.
Manifiesto
Sobre las 13.30 horas la cabecera de la manifestación ha llegado a Plaza de España, el final de la marcha, donde la organización leyó el manifiesto que hace hincapié, por ejemplo, en que «más del 30% de las medidas de protección que se solicitan en los juzgados para las mujeres, sus hijas e hijos son denegadas«; que «el 25% de las asesinadas en 2023 había denunciado, una o varias veces, incluso con medidas vigentes en varios casos»; o que el «el 40% de las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en 2023 no había nacido en España, cuando la población migrante femenina es del 10%». «El repunte de los feminicidios es preocupante», han asegurado. Las ministras y representantes socialistas no llegaron a escucharlo: todas ellas abandonaron la marcha a mitad de recorrido.