La vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha afirmado que uno de los objetivos de la actual legislatura que acaba de comenzar tras las elecciones generales del pasado 23 de julio es alcanzar «el pleno empleo efectivo». En una de sus primeras intervenciones tras revalidar el cargo, Calviño ha afirmado que las inversiones y reformas recogidas en el plan de recuperación con la inyección de los fondos europeos Next Generation permitirán alcanzar esa meta.
Mediante un vídeo, dado que no ha podido asistir por problemas de agenda, Calviño ha clausurado la 28 edición de la Trobada d’Economia a S’Agaró, en Girona, con un mensaje muy optimista. Ha destacado el «extraordinario dinamismo del mercado de tabajo, con récords de afiliación a la Seguridad Social y 24 millones de personas activas», así como la reducción «de manera drástica de la tasa de temporalidad y el crecimiento del empleo y salarios en los sectores de mayor productividad».Calviño ha explicado que la afiliación a la Seguridad Social en los ramos de tecnologías de la información y las comunicaciones, I+D y ciencia han crecido casi un 50% desde 2018.
En su mensaje ha reconocido que la economía se mueve en un entorno de incertidumbre por la inestabilidad geopolítica y las transformaciones tecnológicas y climáticas. Y eso, a su juicio, hace «más necesario que nunca» el acuerdo para garantizar la estabilidad política, económica y financiera, así como la cohesión social.
Diálogo y flexibilidad
La vicepresidenta ha apelado al diálogo, a la flexibilidad para adaptarse a los cambios como el tecnológico y el energético, la atracción de talento invirtiendo en formación y reciclaje, entre otras medidas. Son valores, ha agregado, «con los que el Gobierno lleva comprometido más de cinco años».
Calviño ha explicado que para seguir por ese camino hay que seguir con una política económica con responsabilidad fiscal, justicia social y reformas estructurales para modernizar la economía. A su entender, estas políticas y los fondos europeos han hecho que la economía española esté demostrando una gran fortaleza. Y ha subrayado que lleva años siendo «el país europeo grande que más crece y uno de los que menos inflación padece» y que, a su vez, aplica una agenda de responsabilidad fiscal muy clara «que da tranquilidad a los mercados».
Desapalancamiento
Otros factores que reflejan el cambio y la fortaleza de la economía española son, según ha detallado la vicepresidenta, es el superávit de balanza de pagos por cuenta corriente del 3% del producto interior bruto (PIB) y el , cuyos niveles de endeudamiento están mucho más bajos que en el pasado «gracias en gran medida al rescate que se hizo desde el sector público durante la pandemia».
La vicepresidenta, que opta a ser presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en concurrencia con la danesa Margrethe Vestager, asegura que sobre estas bases más sólidas, España debe culminar las reformas del plan de recuperación. Y ha recordado que las autoridades europeas aprobaron recientemente la adenda, la segunda fase del plan para completar los proyectos estratégicos en marcha en sectores tractores como el del vehículo eléctrico y conectado, los chips, el sector aeroespacial o el agroalimentario, el despliegue de las energías renovables, la inteligencia artificial, entre otros.
Durante las jornadas este sábado ha habido debates sobre la situación geopolítica, la transición energética y el papel de las pymes, en las que han intervenido desde el presidente de Enagás, Antoni Llardén al de Pimec, Antoni Cañete.