BlaBlaCar a punto está de cumplir 15 años desde que desembarcó en España. Su negocio principal, por el que comúnmente es reconocida por los consumidores, es el de los coches compartidos para viajes de larga distancia. La plataforma digital pone en contacto a conductores con plazas vacías en sus vehículos y a los pasajeros interesados en hacer el mismo trayecto y compartir gastos. Un servicio de ‘carpooling’ que cuenta con 8 millones de usuarios en el mercado español, y que es y será el gran pilar de su actividad.
La compañía también entró lleno en España hace unos años en el negocio del transporte de autobús, explotando con sus propios autobuses rutas internacionales con Francia y Portugal (las conexiones internas nacionales no están liberalizadas y se explotan en régimen de concesión) y comercializando billetes de otras compañías para rutas domésticas (ya tiene un acuerdo para vender viajes del grupo Jiménez Dorado entre Madrid y Ávila, y negocia con otras empresas para potenciar la distribución de terceros y aumentar su oferta de rutas en bus).
BlaBlacar sondea ahora activamente el mercado español para lanzar otros servicios totalmente nuevos con el objetivo de completar su oferta de transporte multimodal. Los planes del grupo pasan por comercializar en su plataforma digital billetes de tren y también lanzar un nuevo servicio de coches compartidos para trayectos cortos y habituales (para ir al trabajo o al centro de estudios) para el que busca que se den ayudas públicas a los conductores para que les resulte rentable. Para ambas alternativas ya ha iniciado contactos con otras compañías y con Administraciones con el objetivo de activarlos.
BlaBlaCar trabaja ya con Renfe, Iryo y Ouigo -las tres compañías que ofrecen servicios de tren de alta velocidad en el mercado español- para adaptar e integrar sus respectivas plataformas tecnológicas con el objetivo de incluir en su propia app los billetes de las empresas ferroviarias y ofrecérselos a sus usuarios, según confirman fuentes de la compañía a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica. De momento se trata de trabajos entre los equipos técnicos de todas las empresas, un paso previo desarrollo tecnológico para posteriormente negociar los aspectos comerciales de las alianzas.
La pretensión de BlaBlaCar es poder ofrecer una oferta más completa a sus usuarios mostrándoles diferentes alternativas para sus trayectos y combinando varios tipos de transporte. Actualmente, cuando un usuario de BlaBlaCar busca transporte para un trayecto concreto, en la app le pueden aparecer la opción de coches compartidos y de autobús. El objetivo es sumar próximamente -aunque la compañía elude dar plazos- también los billetes de tren a esas alternativas en la misma plataforma de BlaBlaCar.
También viajes muy cortos
La compañía centra hasta ahora su negocio en España en los coches compartidos para trayectos de larga distancia (la media de los viajes de sus usuarios es de unos 300 kilómetros). Pero el grupo pretende también lanzar un servicio para viajes cortos y habituales. Impulsar el coche compartido para ir al trabajo o para ir a clase, repitiendo el modelo que ya explota en Francia con el servicio BlaBlaCar Daily.
El objetivo principal tanto de los conductores como de los pasajeros es ahorrar compartiendo los gastos del viaje. La propuesta de BlaBlaCar a los conductores que ofrecen sus vehículos es que el coste sea de 0,045 euros por cada kilómetro recorrido (aunque tienen cierto margen para bajar o subir ese precio) y, dado que las distancias habituales de los viajes son largas, compartir coche les resulta rentable a los dueños de los vehículos. Al importe que cobran los conductores se le suma una comisión de en torno al 20% que incluye los gastos de gestión por los que cobra BlaBlacar y el IVA.
En los trayectos cortos (20 o 30 kilómetros) resulta más difícil que a los conductores les resulte atractivo ofrecer sus plazas vacías, porque los ingresos serían muy bajos y no compensaría los inconvenientes de compartir coche cada día. Es por ello que BlaBlaCar busca que estos conductores reciban ayudas públicas para incentivar el uso de coches compartidos, como ya sucede en Francia, donde los gobiernos regionales pagan a los conductores por compartir coche o simplemente por ofrecer sus plazas vacías, aunque no se ocupen.
Ayudas públicas al conductor
BlaBlaCar ha empezado a trasladar esta petición en sus reuniones con representantes de varios gobiernos de comunidades autónomas españolas, en busca de incentivos directos para los conductores dispuestos a compartir coche en trayectos de corta distancia para conseguir que haya menos vehículos particulares en las carreteras y en las ciudades.
La esperada Ley de Movilidad Sostenible estatal -que quedó paralizada a punto de su aprobación por el adelanto electoral- debería servir de base para que las comunidades aprobaran sus propias normativas al respecto y en las que BlaBlaCar espera que se incluyan medidas para incentivar el coche compartido como medida de sostenibilidad y eficiencia.
“Poder lanzar BlaBlaCar Daily en España depende de los incentivos que reciba el conductor por compartir su coche. Que tenga recorrido el servicio depende de las comunidades autónomas, y ya estamos hablando con ellas para ello. Hace falta un modelo que incentive al conductor a publicar sus asientos vacíos en trayectos cortos”, apuntan desde la compañía, y subrayan que hay buena disposición por parte de los gobiernos regionales a estudiar la iniciativa.