El titular del juzgado número 1 de la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge, ha ofrecido a la jefa de prensa de la selección femenina de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Patricia Pérez, personarse como víctima en el ‘caso Rubiales’. La profesional denunció en su declaración que había sido coaccionada en una reunión en la que se trató el asunto del beso a Jennifer Hermoso y en la que estuvo presente el expresidente de la Federación Luis Rubiales e incluso el padre de este.
En un documento, al que ha tenido acceso El Independiente, el magistrado acuerda citar a Pérez «a fin de que comparezca en este juzgado a los efectos de que manifieste si formula expresamente denuncia de coacciones, por lo que se refiere a las condiciones en las que se produjo su declaración en el expediente de integridad de la RFEF». De Jorge da un plazo de cinco días para que la trabajadora explicite a la Audiencia Nacional si quiere personarse.
Los hechos se remontan a los primeros días de septiembre cuando, tras el Mundial de Sídney en el que Rubiales plantó un beso a Hermoso, la RFEF comenzaba a reaccionar. El dirigente de Integridad, Miguel García Caba, citó a Pérez en su despacho a fin de que declarara lo que había vivido en el campeonato. La reunión duró cerca de tres horas y según han explicado diversos testigos estuvieron presente en distintos momentos desde Rubiales, hasta el seleccionador masculino Luis de la Fuente pasando por el psicólogo de la Federación, Javier López Vallejo, el antiguo jefe de gabinete del presidente, Antonio Gómez-Reino, el jefe de gabinete de presidencia, Chema Timón, el director de comunicación Pablo García Cuervo, etc.
Pérez dijo en su declaración ante el juez que había recibido presiones para terminar firmando un papel que exculpaba a Rubiales, pero el resto de testigos que han pasado por la Audiencia Nacional han contradicho esta versión. Algunos no se acuerdan, otros estaban por allí de paso y unos más nunca vieron ningún tipo de intimidación.
Con este movimiento, el magistrado quiere «determinar si esas presiones» que también alegó la jefa de prensa pudieran ser incluidas en el ‘caso Rubiales’ «teniendo en cuenta que hasta ahora se ha permitido la inclusión de preguntas en los interrogatorios de testigos e investigados, solo como prueba indirecta que corroboraría las posibles presiones a la denunciante, Dña Jennifer Hermoso».
Este es uno de los últimos pasos que se espera en esta investigación, más allá de la declaración de la propia Jenni Hermoso el próximo 28 de noviembre. La futbolista que denunció inicialmente ante la Fiscalía y hasta el momento no ha sido escuchada en la causa tendrá que comparecer a las 12:30 para explicar los delitos que le imputa a Rubiales de presunta agresión sexual y coacciones.
Las fuentes consultadas señalan que después de haber practicado el grueso de las diligencias la causa está cerca de concluir. Consideran dichas voces que el delito de coacciones deberá llevarse a juicio y habrá que ver si se mantiene en la Audiencia Nacional o se envía a un juzgado de Plaza de Castilla (Madrid) en función de si las presiones se dieron en territorio español o no. Sobre la agresión sexual, dicen, habrá que esperar a la declaración de la internacional.