La denuncia presentada por una madre para intentar paralizar la eutanasia solicitada por su hija en Santiago ha quedado archivada, según confirmaron a este periódico fuentes de la Fiscalía, que aseguraron que el ministerio público ya había trasladado al Complexo Hospitalario Universitario de Santiago que “puede continuar con el proceso de eutanasia, siguiendo los pasos legales para ello”.

Una decisión sobre la que sin embargo y al menos a última hora de la tarde de este lunes aún no tenían constancia en la Consellería de Sanidade. Fuentes consultadas por EL CORREO GALLEGO, del grupo Prensa Ibérica, indicaron que “no tenemos ninguna resolución por parte de la autoridad judicial, por lo que seguimos parados” en relación a un caso que saltó a la opinión pública a principios de este mes.

Desde el departamento responsable del Servizo Galego de Saúde recordaron también que además de la denuncia presentada por la madre, fueron ellos los que, “al no poder ejecutar esta prestación, lo pusimos en manos de la Fiscalía y nos tiene que contestar también, por lo que seguimos esperando”.

La eutanasia se había programado para el 2 de noviembre, pero no se pudo llevar a cabo porque la madre impidió el acceso al interior de la vivienda en la que reside junto a su hija al personal sanitario que debía trasladar a ésta al hospital para continuar con el procedimiento.

Fue a partir de ese momento cuando Sanidade decidió poner el caso en manos de la Fiscalía, algo que confirmó el propio conselleiro, Julio García Comesaña, quien un día después declaraba a los medios que “hay que respetar la voluntad de la paciente, también el trabajo de los profesionales sanitarios y ser sensibles a la opinión del familiar”.

El titular de Sanidade afirmaba también que en Galicia la ley de la eutanasia “se cumple al pie de la letra”, y añadía que este caso en concreto “cumple con todas las garantías que la ley establece”, aludiendo al asesoramiento del personal sanitario y a la evaluación “perceptiva” de una comisión.

No obstante, y como no se pudo llevar a cabo en la fecha programada, la Xunta lo puso en conocimiento de la Fiscalía “para que los jueces tomen la decisión correspondiente”, indicó García Comesaña.

La solicitante padece esclerosis múltiple

La solicitante de la eutanasia es una mujer de 54 años que padece esclerosis múltiple y como consecuencia de ello dolores insoportables, y cuya petición fue evaluada favorablemente por la comisión.

El procedimiento sin embargo había quedado paralizado, puesto que además de impedir el acceso al domicilio al personal sanitario, la madre trasladó el caso al juzgado de instrucción número 2 de Santiago a través de la Fundación Española de Abogados Cristianos.

Consultados por este periódico sobre la situación actual del caso este mismo lunes por la mañana, desde Abogados Cristianos se indicaba que sobre la vía judicial poco podían aportar porque la jueza encargada había declarado el secreto de sumario. Ya por la tarde, al saberse que la denuncia había sido archivada, no hubo respuesta.

Al quedar paralizada la eutanasia, era la propia fundación la que en un comunicado explicaba que había acudido a la justicia en representación de la madre porque ésta “es contraria a que le apliquen la eutanasia” a su hija.

Solicitó entonces medidas cautelares, al entender que no se cumplen los requisitos para que la solicitante reciba la eutanasia y cuestionaba, en base a lo expuesto por la progenitora, que la afectada por esclerosis múltiple tenga “dolores insoportables” como sostiene el informe de la Comisión de Garantía y Evaluación de Galicia para avalar el procedimiento.

Un portavoz de la fundación insistió en aquel momento en declaraciones a este periódico en que el análisis realizado para llevar adelante la eutanasia los informes médicos están exagerados, y la madre alega además que contienen “muchas falsedades”. De hecho, recalcó que “el informe autoriza la eutanasia porque la hija sufre dolores constantes e insoportables, cuando no toma ni tan siquiera analgésicos”, si bien la Ley de Eutanasia no considera indispensable esta circunstancia para concederla o no. Lo que sí contempla como uno de los requisitos a tener en cuenta es padecer una enfermedad grave o incurable —como es el caso de esta vecina de Santiago— o que la misma le genere un padecimiento grave, pero no exige este padecimiento grave para cumplir con el procedimiento y solo lo contempla como una posibilidad.