Todos están devastados tras el asesinato de Pars. No pueden creerse que no vuelvan a ver al fiscal jefe y que haya sido brutalmente asesinado.
Ceylin está rota de dolor y le dice a Ilgaz que no puede entender que siempre muera la gente buena: su hermana Inci, su padre, Neva, Ridvan y ahora Pars: “¿Por qué siempre mueren las personas a las que queremos?”
La abogada Erguvan le dice a su marido que no puede soportar más esta situación y que tiene mucho miedo de que haya más muertes o de que algo malo les pase a ellos o a su familia. Ilgaz, que se convierte en su mayor apoyo, le dice que esas lágrimas de dolor van a ser las últimas y que “este es el final” de esto días oscuros y cargados de amenazas.
La mafia balcánica ha amenazo a Ilgaz y a sus seres queridos con que acabará con todos y cada uno de ellos como venganza por la muerte de Kesic, el hijo del jefe de la mafia.
Por eso, Ilgaz ha tenido la idea de que sus familiares o las personas cercanas a él se encierren en la casa de los Kaya para así no exponerse a la peligrosa mafia mientras la policía custodia la casa. ¿Podrán salvarse todos y evitar que haya más muertes?