El PP pondrá toda la carne en el asador el próximo domingo. Tras varias semanas de mítines por distintas ciudades, Alberto Núñez Feijóo dio un paso más convocando protestas “en todas las plazas de las capitales de provincia” el domingo a las 12 de la mañana. El líder del PP acudirá a la de la Puerta del Sol en Madrid y el resto de ‘pesos pesados’, con muy pocas excepciones, irá a la que se celebre en su provincia. El objetivo es que haya “una movilización total” y que la presión social contra Pedro Sánchez y los independentistas se mantenga en niveles máximos por todo el país.
Eso sí, el PP quiere marcar distancias con las protestas violentas que llevan días produciéndose en Madrid, a las puertas de la sede del PSOE en Ferraz. Aunque los conservadores han evitado una consena expresa, anoche, después de momentos muy complicados y cargas policiales, Feijóo escribió en sus redes sociales que «el malestar» es «responsabilidad de Sánchez», pero que «deben partir del respeto». Añadió: «No somos como ellos. Ni como la minoría que actúa igual. Nos vemos el domingo 12 a las 12 en las plazas de toda España».
Los populares improvisaron el llamamiento del próximo fin de semana en el comité de dirección de este lunes, al constatar en días pasados que el descontento por las cesiones que ya está haciendo el PSOE con ERC, y a la espera de lo que ocurra con Junts, “es muy superior” al que pensaban.
El día 18 de noviembre hay otra manifestación en la Plaza de Cibeles a la que el PP ya ha confirmado que acudirá pero, por el camino, los conservadores decidieron insistir en la presión de la calle con otro domingo más de rechazo social.
La realidad es que la tensión es cada vez mayor en todos los frentes. Otro día sin acuerdo entre el PSOE y Junts, con Carles Puigdemont exhibiendo una nueva demostración de fuerza; y otro más de protestas en la calle, muy especialmente a las puertas de la sede de los socialistas en la calle Ferraz, con nuevas cargas policiales y mucha más gente concentrada.
El PP intenta capitalizar todo el malestar contra Sánchez, que muchos de sus dirigentes vaticinan que “irá a más”. “No vamos a aflojar”, confirman en Génova. Pero, al mismo tiempo, según reconocen distintos dirigentes en el partido y también en la cúpula conservadora, “hay un riesgo” si alguna de esas protestas “se acaba yendo de madre”.
La postura de Vox en estos días, alentando un discurso muy duro contra el Ejecutivo, y participando activamente en las concentraciones a las puertas de Ferraz (el propio Santiago Abascal estuvo el lunes) terminaron con cargas policiales, puso en alerta al PP. La coincidencia en el partido es plena: “Lo que hace Vox solo le beneficia al PSOE”, lanzan.
Los conservadores han evitado condenar las protestas en la sedes de los socialistas, aunque anoche Feijóo ya se desmarcó con mayor claridad. La secretaria general, Cuca Gamarra, sí dijo por la mañana que vio escenas “que no le gustaron”. Y también Borja Sémper remarcó que las protestas que apoya el PP deben ser “serenas, contundentes y ordenadas”. Pero fuentes de la dirección nacional se limitaron a recordar que en ningún caso el PP “ha convocado ninguna de ellas”, y que la apuesta de Feijóo hasta ahora han sido mítines multitudinarios por toda España. Este domingo darán un paso más.
Los populares reprochan al PSOE “la doble vara de medir” al recordar que ellos también han sufrido manifestaciones a las puertas de Génova y criticaron al Ministerio del Interior por haber obligado a la policía a tratar a los manifestantes de Ferraz “de manera injusta, como si fueran CDR”. Y también tildan de “sobreactuación” las medidas tomadas por el PSOE, al cancelar todos los actos previstos en las sedes por “las actuaciones violentas”.
La posición del PP es la de no apagar la indignación social pero, al mismo tiempo, recalcan: “No vamos a contribuir a incendiar las calles. Al contrario”. Lo complicado, reconocen algunos dirigentes, es separarse por completo de la posición que hasta ahora viene marcando Vox.
Con todo, el propio Abascal cambió el paso este martes en una comparecencia con todos sus vicepresidentes regionales en la sede de su partido, y aseguró que Vox solo respalda “manifestaciones pacíficas”. Llegó a defender “las protestas institucionales”, asegurando que propondrá al PP, como socio de gobierno, que las desarrollen juntos en sus territorios.
Es cierto que también pidió a los agentes de policía “no obedecer órdenes ilegales”, pero remarcó en varios momentos que su partido solo cree en concentraciones sin violencia. Es más, llegó a pedir “a todos mis compatriotas no entrar a provocaciones”. Con este paso atrás, Abascal trataba de evitar, como dice el PP, que no haya incidentes, en vista de la creciente tensión, que puedan imputarle a su partido.