Los republicanos ya han advertido que se mirarán con lupa el eventual acuerdo entre los de Puigdemont y los de Sánchez
ERC podría sentirse ya relajada por haber firmado su pacto de investidura con el PSOE, pero en las filas republicanas sigue cundiendo el temor por cómo acabará la negociación entre los socialistas y Junts. La cuestión es que el partido de Oriol Junqueras asegura haber firmado un buen acuerdo con el PSOE para registrar una ley que exonere todas las causas del ‘procés’, y ahora teme que Junts acabe por complicar la norma al querer incluir a última hora causas que no tienen que ver con la consulta del 9-N, el referéndum del 1-O o las protestas tras la sentencia del Supremo. Los republicanos ya han advertido que se mirarán con lupa el eventual acuerdo entre los de Puigdemont y los de Sánchez.
La preocupación republicana se ha puesto de manifiesto por dos vías: la primera a través de la portavoz del partido, Raquel Sans, que este lunes ha avisado a los posconvergentes de que la amnistía no puede cubrir «casos de corrupción» porque «no se enmarcan en el proceso independentista».
Aunque no se ha referido a qué causas en concreto se refería, la más clara es la que condenó a la presidenta del partido, Laura Borràs, por su gestión al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC). También están las que afectan a dos de los colaboradores más cercanos de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay y Gonzalo Boye.
Así, el temor republicano es que Junts acabe ampliando el perímetro de la amnistía con causas que no tengan vinculación estricta con el ‘procés’ y que esto acabe afectando la seguridad jurídica de la ley. Es decir, que sea más fácilmente impugnable por el Tribunal Constitucional.
La preocupación republicana aún se ha puesto de manifiesto por una segunda vía: la secretaria general, Marta Rovira, ha pedido a Junts que sean «muy cuidadosos» a la hora de pactar con el PSOE los últimos detalles de la futura ley para evitar que los cambios que introduzcan en el borrador «faciliten una vía de impugnación». Aún ha sido más clara cuando ha reclamado que el redactado que pacte Junts pase «todas las pruebas de estrés».
«ERC no puede afirmar ahora que firmará algo que no ha visto», Raquel Sans, Portavoz de ERC
En declaraciones a La 2 y Ràdio 4, Rovira ha avisado de que su partido querrá «estudiar a fondo» los cambios que puedan acordar en las próximas horas Junts y los socialistas. Sans ha ahondado en la misma idea: «ERC no puede afirmar ahora que firmará algo que no ha visto».
El problema de fondo
Por varios motivos es difícil calibrar hasta qué punto los temores de ERC son fundados o no. En primer lugar, porque no ha trascendido el redactado de la ley pactada con el PSOE, por lo que es imposible saber cómo republicanos y socialistas han traducido jurídicamente el objetivo político de amnistiar.
En segundo lugar, ERC y Junts están tan enfrentados que han negociado lo mismo con el PSOE pero de forma separada. Esto ha hecho que ahora ni los republicanos tenga información de las negociaciones de los posconvergentes ni viceversa. Esta situación lo único que ha hecho es acrecentar la desconfianza.
La cosa aún se complica más porque los dos partidos se acusan mutuamente de no querer incluir en la amnistía las causas que afectan a cada cual. Es decir, ERC sostenía que Junts no estaba especialmente preocupada por incluir en la ley el Tsunami Democràtic, el caso que afecta a Marta Rovira. Junts replica que ERC hace lo mismo con las causas de sus dirigentes. El empate es infinito.
Precisamente, este lunes Rovira ha hablado por primera vez desde que el viernes trascendiera que el informe final de la Guardia Civil sobre el Tsunami Democràtic que la sitúa en la cúpula del movimiento. La dirigente republicana ha criticado que es una «maniobra política» con «falsas acusaciones sobre de terrorismo» sobre unas «movilizaciones que fueron pacíficas».